Estratagemas sin ¨¦xito posible

Ning¨²n partido comunista que ha ostentado el poder en monopolio desde que le fuera entregado por tropas extranjeras all¨¢ por 1948 se desprende de ¨¦l f¨¢cilmente. Las condiciones objetivas determinan la estrategia para obtener el mismo fin: acabar con las fuerzas que le disputan el citado monopolio. El Partido Comunista de Checoslovaquia ha intentado este fin de semana una estratagema que a buen seguro no tendr¨¢ ¨¦xito.En condiciones de estabilidad y orden internos el m¨¦todo habitual ha sido siempre acallar por la fuerza las voces disidentes y aisladas que ponen en duda su legitimidad. As¨ª lo ha hecho el PCCh innumerables veces con los hombres y mujeres que con m¨¢s coraje han denunciado su gesti¨®n en los a?os del estalinismo y en la restauraci¨®n del mismo tras la primavera de Praga, reprimida en 1968 por los tanques del Pacto de Varsovia.

Con todo el pueblo checoslovaco en la calle demandando democracia y el fin del monopolio comunista, han intentado ser mas sutiles en sus intentos de aplacar la cr¨ªtica. No lo han sido en exceso. Demasiado transparente era lafinta del pleno del comit¨¦ central del viernes fue destituir a un presidium (bur¨® pol¨ªtico) cargado de graves responsabilidades para nombrar a otro, limpio de voces cr¨ªticas y saturado de delfines y deudores pol¨ªticos de los retirados.

Limpiar la fachada

Urbanek en vez de Jakes, un Stepan en la jefatura en Praga que se intentaba sustraer a la dimisi¨®n y un Zavadil en los sindicatos que hac¨ªa no entender cu¨¢l es el problema de toda esa gente en la calle.

La limpieza de fachada era tan descarada que al dia siguiente no fueron 300.000 sino 600.000 los checoslovacos que manifestaron en Praga su indignaci¨®n. Ayer por la noche, se volvi¨® a reunir el comit¨¦ central a la vista de que su soluci¨®n del viernes hab¨ªa sido contraproducente.

Nadie se llama a enga?o en Praga. Del presente comit¨¦ central, al margen de los tr¨¢nsfugas hacia el reformismo, el partido comunista nio puede esperar la renovaci¨®n. La tragedia de este partido es que los aut¨¦nticos reformistas est¨¢n fuera de ¨¦l, est¨¢n en la organizaci¨®n Obroda o est¨¢n en las calles.

De ah¨ª que s¨®lo la convocatoria de un congreso extraordinario, forzado por las bases del partido, la liquidaci¨®n de este comit¨¦ central y la rehabilitaci¨®n de todos los 500.000 militantes depurados por Jakes desde la comisi¨®n de control en los a?os que siguieron a 1968 pueden renovar el partido.

En la dram¨¢tica crisis actual, la obcecaci¨®n de bur¨® pol¨ªtico y comit¨¦ central por impedirlo puede llevar a la ruptura del partido o a que los responsables de la oposici¨®n pierdan el control. La direcci¨®n del partido ya la ha perdido. Esto podr¨ªa provocar sucesos muy graves.

En esta situaci¨®n, en que las masas en la calle y sus l¨ªderes de la oposici¨®n necesitan interlocutores con v¨ªnculos en los poderes f¨¢cticos, es l¨®gica la defensa de Vaclav Havel al dialogo con Ladislav Adamec. Este quiere apartarse de n¨¢ufragos pol¨ªticos como Jakes pero jam¨¢s fue siquiera reformista.

Hace apenas un mes, Adamec calific¨® a Havel como un cero a la izquierda e insult¨® publicamente a los dirigentes de la oposici¨®n. Hoy se apresura a presentarse ante las masas con ese gran dem¨®crata que es el dramaturgo. Los checoslovacos quieren m¨¢s que un partido renovado, quieren el fin de la dictadura y el pluralismo. Por eso Dubcek es un gran s¨ªmbolo, pero quiz¨¢ s¨®lo eso.