Samuel Fuller: "Odio a los pol¨ªticos y a los cr¨ªticos de cine"
El cineasta presenta en Barcelona su pel¨ªcula 'Calle sin retorno'
El director norteamericano Samuel Fuller present¨® ayer en la Filmoteca de la Generalitat de Catalunya, en Barcelona, Street of no return (Calle sin retorno) y fue nombrado socio honorario del Collegi de Directors de Cinema de Catalunya. Antes, a trav¨¦s de su contacto con los medios de comunicaci¨®n, hab¨ªa vuelto a transmitir, a sus 78 a?os, la misma sensaci¨®n de vitalidad, cr¨ªtica y entusiasmo que despiertan sus mejores pel¨ªculas. "Odio a los pol¨ªticos y a los cr¨ªticos de cine", declar¨® el director de Uno rojo: divisi¨®n de choque.
"?ltimamente he rodado tres filmes: La Madonna y el drag¨®n, un episodio para una serie de 12 basada en relatos de Patricia Highsmith, que yo elijo y se ha coproducido entre Francia y Gran Breta?a, y Street of no return", dice Fuller. "La primera es una breve cinta de acci¨®n, producida por la TV francesa, el canal Plus, y situada en Filipinas, poco antes de la ca¨ªda de Marcos; la segunda es una historia divertida y cruel, con Assumpta Serna como protagonista. Es una chica fant¨¢stica, una gran actriz. Con ella puedes permitirte tomas largas. Hace de granjera que cuida de 18.000 polIos. Al final, las aves devoran al marido y ella lo mira. Y le gusta. Es extraordinaria". Y Samuel Fuller se r¨ªe al explicar la escena. Luego enciende de nuevo el puro Montecristo con que se desayuna y deja que su discurso, err¨¢tico, divertido e incontrolable, vuelva a conquistar a todos: "Street of no return esta basada en una novela de David Goodis que transcurre en los a?os cincuenta, en Pensylvania y que yo he trasladado a la Lisboa de los ochenta. Ahora todas las ciudades son iguales y el tr¨¢fico de drogas igual a todas las capitales".
El director de Casco de acero, La casa de bamb¨² o Corredor sin retorno lanza, de vez en cuando, sentencias tajantes: "Odio a los pol¨ªticos y odio a los cr¨ªticos de cine", "los pol¨ªticos son profesionales del patriotismo. Su divisa podr¨ªa ser: 'lo que es malo para mis rivales es bueno para m¨ª", etc¨¦tera. Fuller se muestra interesado por conocer la venta de sus libros en Espa?a y por saber si han puesto una chica en la portada de su ¨²ltima novela, Queen's Mary. No manifiesta ning¨²n apego especial por Hollywood ni por muchas de las pel¨ªculas que ha dirigido: I shoot Jesse James, por ejemplo, le parece un modelo de falsedades. "Jesse era un homosexual, un gay al que le encantaba vestirse y maquillarse como una mujer para salir al encuentro de un escuadr¨®n de soldados. Y su hermano Frank le proporcionaba amantes. Billy el Ni?o era un aut¨¦ntico idiota y Bonnie y Clyde, unos g¨¢nsters del tres al cuarto que se ganaron una fama cuando el cine les convirti¨® en leyenda. Am¨¦rica es un pa¨ªs joven, que necesita leyendas, mitificar a gentuza como los citados o como a Bufalo Bill. Europa es otra cosa. Ustedes tienen aqu¨ª una larga historia, una cultura y unas ra¨ªces. De joven le¨ª una biograf¨ªa del Cid y esa s¨ª es una vida fant¨¢stica. A?os m¨¢s tarde vi la pel¨ªcula, con Chariton Heston y Sofia Loren; era un espect¨¢culo magn¨ªfico, pero no ten¨ªa nada que ver con el Cid real, con la historia. En ese sentido era una mierda".
En Uno Rojo, divisi¨®n de choque explic¨® una serie de vivencias personales, convirti¨® en im¨¢genes una parte de su biograf¨ªa, la que le llev¨® a desembarcar con el ej¨¦rcito norte americano en Italia durante la Segunda Guerra Mundial: "Llegamos a la frontera de Checoslovaquia con Rusia y liberamos el campo de concentraci¨®n de Falkenau. Rod¨¦ aqu¨¦llo. Era terrible. La gente del pueblo dec¨ªa no saber nada, pero no era cierto y mi documento lo de muestra. Se utiliz¨® como prueba en el juicio de Nuremberg".
John Wayne y 30.000 hombres
La pel¨ªcula, realizada en 1978, hab¨ªa estado a punto de hacer se 15 a?os antes. "Entonces habl¨¦ con John Wayne y ¨¦l estaba de acuerdo en intervenir. Su presencia garantizaba la ayuda del Pent¨¢gono, que no le negaba nada a su h¨¦roe militar preferido. Nos hab¨ªan prometido dos divisiones, es decir, 30.000 hombres, tanques, ca?ones, etc¨¦tera. Cene con Wayne para cerrar el trato. Era un estupendo hombre de negocios, pero tambi¨¦n alguien con quien no simpatic¨¦; pospuse el rodaje. Y en 1978, el papel fue para Lee Marvin, que era excelente, pero que no aportaba dos divisiones del Ej¨¦rcito".
Fuller est¨¢ acostumbrado a los peque?os presupuestos, a los actores poco conocidos, pero tambi¨¦n a tratar de cerca la actualidad, a no olvidarse de sus or¨ªgenes como periodista. "La ¨²ltima novela que he escrito trata de c¨®mo, con el acuerdo de algunos l¨ªderes pol¨ªticos, Gadafi se apodera de Europa. Lo hace a trav¨¦s de grandes sociedades. Los productores quieren que suprima las referencias pol¨ªticas para poder llevar la historia a la pantalla, pero yo no acepto el trato. Cuando tengo una buena historia, tengo una erecci¨®n. Y ¨¦sta es buena".
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