Expectaci¨®n en Mosc¨² ante la huelga general convocada contra el liderazgo del PCUS

Una incertidumbre cargada de tensi¨®n reina en Mosc¨² sobre la acogida que tendr¨¢ el llamamiento del acad¨¦mico Andrei Sajarov, premio Nobel de la Paz, y otros cuatro diputados reformistas, que han convocado a todos los sovi¨¦ticos a una huelga general de dos horas el 11 de diciembre, v¨ªspera de la segunda reuni¨®n del Congreso de los Diputados Populares de la URSS. El llamamiento, que se discute acaloradamente en la calle, pide al Congreso de los Diputados que incluya en su orden del d¨ªa el debate sobre el art¨ªculo 6 de la Constituci¨®n sovi¨¦tica, que fija el papel dirigente del PCUS y, por tanto, fundamenta el sistema de partido ¨²nico.

Este punto, que cuenta cada vez con m¨¢s detractores, sobre todo a la vista de los procesos en Europa del Este, no fue incluido en el orden del d¨ªa del Congreso por el Soviet Supremo (el Parlamento de 540 diputados).La Comisi¨®n Constitucional del Congreso de los Diputados abord¨® el tema en v¨ªsperas del viaje de Gorbachov a Italia y aquel debate, aparentemente tormentoso, influy¨®, seg¨²n fuentes sovi¨¦ticas, en el ¨¢nimo del l¨ªder, muy tenso cuando descendi¨® del avi¨®n el 29 de noviembre en el aeropuerto de Fiumiccino.

Mijail Gorbachov va a necesitar algo m¨¢s que el ¨¦xito cosechado internacionalmente para resolver la cr¨ªtica situaci¨®n interna que afronta en los pr¨®ximos d¨ªas. ?stos se perfilan como uno de los per¨ªodos m¨¢s delicados de los ¨²ltimos tiempos. El contraste entre la calidez que rodea a Gorbachov cuando viaja a Occidente y las ¨¢speras realidades de su pa¨ªs tal vez pueda compararse, salvando las distancias, a las impresiones de las clases acomodadas rusas que en el siglo XIX regresaban a un pa¨ªs pobre, primitivo y brutal despu¨¦s de unos meses de descanso en cualquier balneario de moda de Europa occidental.

El llamamiento de Sajarov y de los diputados Gavril Popov, Yuri Chernichenko, Arkadi Murashov y Yuri Afanasiev, todos ellos miembros del llamado grupo interregional, ha encontrado el apoyo de Tribuna de Mosc¨², el club que aglutina a la flor y nata de la intelectualidad liberal moscovita.

Dictadura sangrienta

Sin embargo, algunos medios reformistas est¨¢n preocupados y alegan que las condiciones sovi¨¦ticas no son las condiciones existentes en Europa del Este. La alternativa a la Revoluci¨®n de 1917, ha dicho Gorbachov recientemente, no era una democracia burguesa a la occidental, sino una dictadura sangrienta y una revuelta anarquista.

Hay quien piensa que tal dilema es a¨²n v¨¢lido. Sajarov y los otros diputados han criticado la actuaci¨®n del Soviet Supremo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que no logr¨® aprobar ninguna de las leyes que se consideran fundamentales para la reforma, entre ellas la de la Tierra, la Propiedad y la Prensa.

Por otra parte, el Comit¨¦ Central del Partido celebrar¨¢ un pleno, seg¨²n fuentes oficiosas, el 9 de diciembre. Egor Ligachov podr¨ªa perder su puesto como miembro del Politbur¨® del Partido Comunista de la URSS, aseguran medios sovi¨¦ticos, seg¨²n los cuales se tratar¨ªa de una medida preventiva para evitar que la insatisfacci¨®n e inseguridad de futuro existente en el aparato del partido comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en un intento de defenestrar a Mijail Gorbachov.

El clima no puede ser m¨¢s agitado, ya que la organizaci¨®n del PCUS en Leningrado, que ha pedido un pleno extraordinario, encabeza pr¨¢cticamente un movimiento de oposici¨®n conservador en defensa de los principios del marxismo-leninismo y el socialismo. Tales puntos de vista han encontrado apoyo en la ¨²ltima reuni¨®n del Soviet Supremo de la Rep¨²blica Federativa Rusa antes de las elecciones republicanas del 4 de marzo.

Por su parte, el economista Nikolai Shmeliov, que, por deseo del ministro Edvard Shevardnadze, fue el encargado de explicarle al secretario de Estado norteamericano, James Baker, la situaci¨®n en la URSS, ha manifestado que el mercado va a derrumbarse por completo en el plazo de un a?o y ha acusado al Gobierno de actuar en contra de la liberalizaci¨®n econ¨®mica que exigen, a su juicio, las circunstancias.

Para el 10 de diciembre, d¨ªa de los Derechos Humanos, el grupo informal La Uni¨®n Democr¨¢tica ha convocado un acto en Mosc¨² en el cual se proyecta quemar los s¨ªmbolos sovi¨¦ticos, entre ellos la Constituci¨®n, la bandera, el escudo y los retratos de Gorbachov y los miembros del Politbur¨®.