Veleidades de banqueros y arist¨®cratas
Los alemanes del Este, escandalizados y dolidos por las revelaciones sobre la corrupci¨®n del r¨¦gimen
ENVIADO ESPECIALErich Mielke, el que fuera temido ministro de Seguridad del Estado, ten¨ªa veleidades m¨¢s propias de banqueros y arist¨®cratas que de un estalinista maestro en represi¨®n pol¨ªtica. Su pasi¨®n era la caza, no s¨®lo la de disidentes, sino tambi¨¦n la de gamos y corzos. Para ello dispon¨ªa en el pueblecito de Wolletz de una finca de 3.000 hect¨¢reas, un palacio y un complejo de villas para amigos y familiares. Los alemanes del Este asisten, asombrados y dolidos, a las revelaciones sobre los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que envuelven a dirigentes del r¨¦gimen.
Vigilada por miembros de la polic¨ªa pol¨ªtica vestidos de guardas forestales, los habitantes de la aldea ten¨ªan prohibido, incluso, coger setas en el latifundio. Estaba bien instalado Mielke en este palacio, que sol¨ªa utilizar los fines de semana y sin necesidad de respetar la veda.Disfrutaba este protector del poder obrero y campesino de veh¨ªculos todo terreno occidentales, aparatos de televisi¨®n superplanos, v¨ªdeos hipermodernos, tocadiscos de alta fidelidad japoneses y suministro regular de vinos franceses, frutas tropicales y otros manjares sobre cuya existencia el ciudadano medio de la RDA s¨®lo tiene conocimiento a t¨ªtulo de rumor no confirmado.
Mielke no disfrutar¨¢ m¨¢s de la aventura de la caza. Se encuentra ya detenido, como otros muchos de sus camaradas, a la espera de un juicio por malversaci¨®n, mala gesti¨®n y abuso de autoridad. Desde que el pueblo de la RDA se levant¨® contra el r¨¦gimen neoestalinista de Honecker, lo derrib¨® y oblig¨® a la direcci¨®n a¨²n no purgada a intentar salvarse sacando a la luz los desfalcos cometidos en 40 a?os de oscurantismo, las celdas ocupadas por disidentes dem¨®cratas comienzan a ser ocupadas por l¨ªderes comunistas.
Cunde el p¨¢nico
Cunde el p¨¢nico entre todos los funcionarios que, con la convicci¨®n de la impunidad que les daba el servir a un sistema supuestamente inmutable, se han beneficiado a manos llenas de la falta de control y de la protecci¨®n de un aparato policial.
En las sedes de los servicios secretos, en empresas con contactos occidentales, han surgido columnas de humo de las grandes hogueras de documentos que los funcionarios intentan hacer desaparecer a toda costa. Muchas empresas est¨¢n ya vigiladas por la polic¨ªa o por grupos de ciudadanos que hacen guardias y han soldado y precintado puertas y ventanas.
En la ciudad Karl-Marx, antes -y previsiblemente muy pronto- llamada Chemnitz, dos redactores jefes del ¨®rgano del partido comunista, Freie Presse, Dietmar Griesheimer y Hans KoIbeck, hab¨ªan descubierto un gran negocio en la organizaci¨®n de festivales de solidaridad con los periodistas jubilados. Estos supuestos beneficiarios no ve¨ªan nunca unbn duro. Ahora se ha ordenado la busca y captura de los dos fil¨¢ntropos. Uno de ellos ha escrito desde la RFA que no sabe cu¨¢ndo volver¨¢ a su ciuad natal. Posiblemente nunca.
Otro dirigente que ha opta do inteligentemente por la huida es Schalk-Golodkowski. El genio de las divisas era el encargado de negocios sucios del r¨¦gimen de Honecker. Era el responsable de las empresas ficticias de la RDA en Liechtenstein, Luxemburgo, la RFA y Suiza, a las que corr¨ªan los fondos de ventas ilegales de armas al Tercer Mundo.
En la pasada semana, Schalk-Golodkowski a¨²n participaba en las negociaciones del nuevo Gobierno de la RDA con las autoridades de la RFA. El lunes, cuando se orden¨® su busca y captura, hab¨ªa desaparecido. Se le acusa, a ¨¦l y a su mano derecha, Manfred Seidel, de haber evadido hacia Suiza 200 millones de marcos. Tambi¨¦n se le acusa de la venta ilegal en Occidente de m¨¢s de 300 cuadros de las colecciones estatales de Sajonia.
Harry Tisch, ex jefe de los sindicatos oficiales, otro de los dirigentes dogm¨¢ticos en sus arengas contra los enemigos de clase y el capitalismo explotador, ha demostrado ser mucho m¨¢s pragm¨¢tico en el disfrute de las ventajas que su cargo le ofrec¨ªa. Su casa de campo era un ejemplo de ostentaci¨®n de nuevo rico, con m¨¢rmoles -tra¨ªdos de Occidente, por supuesto- en los ba?os.
Tisch est¨¢ en la c¨¢rcel, lo que quiz¨¢ hoy ya sea un favor que le hacen las autoridades. Sus abusos de poder han hecho de ¨¦l, como de G¨¹nther Mittag -el responsable de la econom¨ªa en el partido durante d¨¦cadas- y Schalk-Golodkowski, personajes tan odiados que su seguridad peligrar¨ªa de estar en libertad. Mittag es el prototipo del se?or neofeudal en un liderazgo comunista. Las cr¨ªticas a su gesti¨®n las solucionaba intentando liquidar pol¨ªticamente a sus oponentes, como a Hans Modrow, actual primer ministro.
Mittag tambi¨¦n gustaba del lujo, y la compa?¨ªa estatal de construcci¨®n, cuyos presupuestos no alcanzan para paliar el desmoronamiento de monumentos y viviendas en la RDA, financi¨® las villas del dirigente y de sus dos hijas.
Los que creyeron en el sistema y los que no, reaccionan dolidos y humillados al comprender que mientras se le ped¨ªan y exig¨ªan sacrificios, los dirigentes del Estado obrero y campesino han estado d¨¦cadas "ri¨¦ndose de nosotros y rob¨¢ndonos sin parar", como dec¨ªa, dolido, un miembro de la compa?¨ªa de elite Feliks Dzershinski.
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