La Casa Blanca envi¨® una misi¨®n secreta a China en julio pasado

El presidente de Estados Unidos, George Bush, cuya decisi¨®n de enviar una misi¨®n de alto nivel a Pek¨ªn la semana pasada en un intento de recomponer las relaciones entre los dos pa¨ªses provoc¨® la un¨¢nime irritaci¨®n del Congreso y de la Prensa, ha admitido que otra misi¨®n similar se desplaz¨® en secreto a China el pasado julio, a menos de un mes de producirse la matanza de la plaza de Tiananmen.La Casa Blanca se vi¨® obligada ayer a confirmar una exclusiva adelantada por la cadena de televisi¨®n CNN, seg¨²n la cual el asesor de seguridad nacional, general Brent Scowcroft, se hab¨ªa trasladado a Pek¨ªn en julio por orden de Bush "con el fin de subrayar personalmente ante las autoridades chinas la preocupaci¨®n y el impacto que hab¨ªan producido en Washington la violencia registrada en la plaza Tiananmen."

La admisi¨®n del viaje secreto de Scowcroft a Pek¨ªn pone de relieve una vez m¨¢s la importancia que Bush concede a las relaciones entre los dos pa¨ªses, aunque no explica por qu¨¦ se produjo precisamente a los pocos d¨ªas que el propio presidente ordenara la suspensi¨®n de todos los contactos gubernamentales de alto nivel, as¨ª como la cancelaci¨®n de la ayuda militar a esa Rep¨²blica Popular.

Bush, que fue el primer jefe de misi¨®n norteamericano en Pek¨ªn tras de la reanudaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas, el primero de enero de 1979, se considera el primer sin¨®logo de su propia Administraci¨®n.

La opini¨®n p¨²blica norteamericana se vi¨® sorprendida el pasado d¨ªa 10 cuando las cadenas de televisi¨®n pasaron las escenas de la visita realizada a Pek¨ªn por Scowcroft y otros miembros de la delegaci¨®n, entre los que se encontraba el influyente secretario de Estado adjunto, Lawrence Eagleburger. La salida de la misi¨®n fue mantenida en secreto y s¨®lo se anunci¨® despu¨¦s de que sus miembros se hubieran entrevistado con altos funcionarios chinos, incluido el anciano dirigente Deng Xiaoping.

La reacci¨®n no se hizo esperar. Los l¨ªderes dem¨®cratas y republicanos del Congreso acusaron al presidente de "humillarse" ante los dirigentes chinos. Bush intent¨® justificarse ante la opini¨®n p¨²blica y aprovech¨® una rueda de Prensa en la Casa Blanca para explicar que el objeto de la misi¨®n era "no aislar a un pa¨ªs de m¨¢s de 1.000 millones de habitantes".