Huelgas navide?as
UNA POL?MICA pr¨¢ctica sindical, que ha ido tomando cuerpo los ¨²ltimos a?os, tiende a hacer coincidir las huelgas en el sector de los servicios p¨²blicos con las fechas en que m¨¢s necesitan de ellos los ciudadanos. Los d¨ªas de Navidad, la Semana Santa o las salidas masivas de vacaciones parecen estar ya inexorablemente vinculados a la idea de la irregular prestaci¨®n de unos servicios (transportes y comunicaciones, principalmente) m¨¢s esenciales que nunca en esas fechas.Fieles a la cita navide?a, los integrantes del sindicato de maquinistas de Renfe, Semaf, han convocado una huelga de ¨¢mbito estatal para los d¨ªas 22, 23, 24 y 25 de diciembre. La intencionalidad en la elecci¨®n de las fechas se hace manifiesta si se tiene en cuenta que el motivo de la huelga no est¨¢ relacionado con una reivindicaci¨®n inmediata, sino con los acuerdos alcanzados hace ahora un a?o mediante una actuaci¨®n de id¨¦ntica factura a la ahora anunciada. Por lo que parece, estos acuerdos, referidos a descansos, ascensos, traslados y salud laboral, son interpretados de distinta manera por la direcci¨®n de Renfe y el Semaf, lo que ha dado lugar a centenares de juicios ante la Magistratura de Trabajo. Sin embargo, este sindicato considera perfectamente compatible el recurso a la v¨ªa judicial y la utilizaci¨®n de la huelga para forzar la resoluci¨®n del conflicto de acuerdo con sus intereses, aunque ello implique dejar desasistidos a centenares de miles de ciudadanos.
Es cierto que este tipo de actuaciones es m¨¢s bien utilizado por sindicatos minoritarios de naturaleza gremialista, en los que el valor de solidaridad social con el resto de los trabajadores o con la poblaci¨®n en general apenas es sentido. El Semaf, en Renfe, o ASETMA (Asociaci¨®n de T¨¦cnicos de Mantenimiento de Aeronaves), en Iberia, son prototipos conocidos de este sindicalismo en el que unos pocos, con el poder que les confiere la especializaci¨®n de su tarea o el papel estrat¨¦gico de la funci¨®n que desempe?an, tienen en sus manos la capacidad -de la que usan y abusan- de hacer un inmenso da?o al conjunto de los ciudadanos. Sin embargo, tampoco los sindicatos mayoritarios han hecho ascos en el pasado a esta pr¨¢ctica y, aunqueparece que el clamor popular contra sus efectos les ha llevado a reflexionar sobre la conveniencia de limitar su uso desmedido, no est¨¢ claro que hayan renunciado totalmente a ella.
Los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, se han desmarcado de la huelga promovida por el Semaf en Renfe, pero ello no les ha impedido convocar por su lado paros limitados -desconvocados en la madrugada de hoy- en algunas zonas en fechas de fuerte incidencia en el uso del tren. Y es que determinar la forma en que pueda hacerse compatible el derecho de huelga de los trabajadores y el deber de solidaridad social con las clases populares que constituyen el grueso de los usuarios de los servicios p¨²blicos es un debate todav¨ªa pendiente en el seno de los llamados sindicatos de clase. En una soluci¨®n equilibrada de esta dificil cuesti¨®n se halla la clave no s¨®lo para una mejora de la imagen de los sindicatos, sino tambi¨¦n para su mayor implantaci¨®n.
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