Juguetes de lata para nost¨¢lgicos

Una exposici¨®n de juguetes deber¨ªa interesar sobre todo a los ni?os, pero estas piezas ingenuas, sobadas y fr¨¢giles evocan infancias y juegos barridos por el tiempo. Por eso quienes se acercan con avidez, a las vitrinas son hombres de mediana edad y apariencia respetable. Son los coleccionistas a quienes Emilio Alem¨¢n, comisario de la muestra, considera locos, y no duda en incluirse. Hasta el 15 de enero se puede visitar en el Mercado Puerta de Toledo de Madrid la exposici¨®n de juguetes de lata antiguos Ellos jugaban, procedente del Fondo Pay¨¢, con cerca de 200 piezas y 13 prototipos aut¨¦nticos.

Son motos, cocinitas, bailarinas, juegos de caf¨¦, columpios, objetos dom¨¦sticos. Met¨¢licos la inmensa mayor¨ªa, est¨¢n realizados con delicados colores. Algunos se mueven: es la gallinita que baja el pico para comer o el tiovivo de feria, con sus cestillos dando vueltas al aire.Todos los ejemplares, parte del Fondo Pay¨¢, datan de entre 1890 y 1939, y reflejan una c¨¢ndida admiraci¨®n por el progreso, gran adquisici¨®n del primer tercio de siglo. En la exposici¨®n, patrocinada por Massimo Dutti, se puede admirar la moto con sidecar, el exotismo del conductor negro, la vanguardista mujer al volante o el Bugatti tipo 35-B -para algunos, la estrella de la exposici¨®n-, entre otros modelos de coches.

El Fondo Pay¨¢ es el fondo privado de juguetes m¨¢s importante del mundo, con 3.800 piezas procedentes de la f¨¢brica espa?ola y otras 1.000 juguetes de hojalata de principios de siglo, la mayor¨ªa franceses o alemanes. En 1984 la cooperativa Pay¨¢ SCLV don¨® el fondo al pueblo de IBI (Alicante), de donde le viene la solera al producto.

"Hemos abandonado el pl¨¢stico", dice Lino Vila, gerente de la cooperativa, "y ahora fabricamos series limitadas y numeradas de 5.000 al a?o, para coleccionistas y para la venta, aunque no en todas las tiendas los venden". En 1989 fueron 15 juguetes, y cada a?o se suman tres a la lista. El Bugatti cuesta 42.000 pesetas, y un lujoso Hispano-Suiza, 25.000; otros precios son mucho m¨¢s bajos.

Coleccionistas insaciables

Son rarezas de "coleccionistas insaciables y locos", en palabras de Emilio Alem¨¢n, asesor t¨¦cnico de la empresa y comisario de la muestra, y ¨¦l mismo poseedor de "la mejor" colecci¨®n de juguete antiguo espa?ol 1890-1936. Por el Mercado de la Puerta de Toledo andaban otros como ¨¦l, apasionados por los marcos del siglo XVI, las tijeras o los uniformes militares. En algunos de los juguetes que se exponen destaca la impresi¨®n de suscitar una idea din¨¢mica. As¨ª ocurre con un telef¨¦rico u otros veh¨ªculos que se mueven d¨¢ndole cuerda. En 1902, Rafael Pay¨¢, un hojalatero de Ibi (Alicante), se puso a hacer caballitos de zinc. La cosa tuvo ¨¦xito, y sus hijos bautizaron el invento con el desafiante nombre de Sin Rival Pay¨¢ Hermanos. La guerra trajo la confiscaci¨®n, decretada en noviembre de 1936 por UGT, y la f¨¢brica, fundida con otra, pas¨® a llamarse Industrias Pay¨¢ y Rico Socializadas. Despu¨¦s de la guerra, ya con el nombre de Pay¨¢ Hermanos, vino la d¨¦cada del pl¨¢stico -los a?os cincuenta-, la cadena de montaje impuesta en los sesenta, y despu¨¦s la crisis del petr¨®leo y la competencia con Oriente. En 1984, los trabajadores constituyen, como ¨²nica salida a la situaci¨®n de la empresa, una cooperativa, Pay¨¢ SCLV.

Reedici¨®n

"Nos dimos cuenta de que para tener ¨¦xito hab¨ªa que ocupar un espectro ¨²nico en el mercado", recuerda Emilio Alem¨¢n. "Un d¨ªa fuimos a parar al cuarto donde se guardaban, polvorientos y olvidados, los moldes antiguos, de bronce y acero, de los juguetes originales Pay¨¢, y decidimos fabricarlos exactamente igual que antes. Se puede decir que reeditamos los juguetes".

Tales reediciones convierten a las viejas cocinitas de carb¨®n, en peque?as cocinas el¨¦ctricas. Los antiguos barre?os que simulaban el utensilio donde se ba?aban los ni?os, han sido ahora sustitu¨ªdos por los ba?os para mu?ecas, con burbujas y espuma. En cambio, los coches de caballos siguen reproduciendo los modelos antiguos y los aviones son del modelo Ram¨®n Franco.

Durante la 2? Guerra Mundial, la Wehrmacht hizo ca?ones con los moldes de la f¨¢brica alemana de juguetes de lata, y en otros pa¨ªses tambi¨¦n desaparecieron. Ahora, la cooperativa es la ¨²nica f¨¢brica que ha guardado sus moldes originales.