Homenaje a Casona

Casona muri¨® hace 25 a?os y se le tributa un homenaje con la reposici¨®n de su obra La casa de los siete balcones, estrenada durante su exilio, en 1957, y luego representada en Espa?a. Varios homenajes se cruzaron: a Asturias -que colabor¨® en el acto con danzas y canciones-, de donde fue Casona y de donde es su actual director de escena, ?ngel Garc¨ªa Moreno, y que es el escenario de la obra; la cual contiene en s¨ª un po¨¦tico homenaje a Buenos Aires, ciudad donde fue estrenada y donde Casona se ampar¨® durante tantos a?os. Y al final todo se convirti¨® en homenaje a Mari Carrillo, no ya por su dif¨ªcil representaci¨®n del papel de Gertrudis, sino por una dorada veteran¨ªa de gran primera actriz: respondi¨® con bellos gestos de emoci¨®n y pronunci¨® unas palabras. No salieron a saludar Garc¨ªa Moreno ni sus colaboradores, a pesar de tanta ovaci¨®n, quiz¨¢ para dejar la escena al recuerdo de Alejandro Casona y para el tributo a Mari Carrillo.La reposici¨®n recuerda una ¨¦poca y un estilo: el teatro po¨¦tico, el elogio de la locura como inocencia y como iluminaci¨®n en un mundo materialista y rudo -coincide en la cartelera de Madrid con La loca de Chaillot, que Giraudoux estren¨® en 1945, aunque no constituya un precedente, sino la tendencia de unos a?os- y un sentido de la bondad y del civismo que apareci¨®, con este autor y con otros, durante la II Rep¨²blica, aunque aquella propaganda resultase finalmente in¨²til. Hoy suena a arcaico, aunque la palabra est¨¦ limpiamente escrita.

Alejandro Casona, maestro de primera ense?anza, se revel¨® al p¨²blico con el premio Lope de Vega que le fue otorgado a su obra La sirena varada que se estren¨® en 1934. Su obra m¨¢s popular fue Nuestra Natacha en la que planteaba el problema de las muchachas sometidas a la educaci¨®n r¨ªgida de los reformatorios. Con Otra vez el diablo se completa su obra estrenada en Espa?a; fue la causa de que tuviera que irse al exilio de Am¨¦rica. Se estableci¨® en Buenos Aires donde continu¨® su producci¨®n que qued¨® ignorada en Espa?a durante muchos a?os.

Quede esta nota en la gacetilla de unos homenajes justos y emotivos; una verdadera cr¨ªtica no tendr¨ªa lugar y quebrar¨ªa el cristal de lo que quiere ser ¨²nicamente recuerdo y respeto. A lo que el p¨²blico del estreno se sum¨® muy gustoso con aplausos cerrados.