Vigilancia penitenciaria
El art¨ªculo 76 de la ley Penitenciaria atribuye al juez de vigilancia la facultad de "savalguardar los derechos de los internos y corregir los abusos y desviaciones que en el cumplimiento de los preceptos del r¨¦gimen penitenciario puedan producirse". Para hacer efectivo el cumplimiento de semejante funci¨®n es necesario que el juez resuelva los recursos y quejas que los internos le formulen, es imprescindible que visite las prisiones y se entreviste con los mismos (adem¨¢s, ello es lo que ordena la ley). Ello requiere una ocupaci¨®n diaria y dedicada a la resoluci¨®n de los permisos de salida, las redenciones de la pena, los expedientes disciplinarios, las libertades condicionales, etc¨¦tera. Para que no existan retrasos, para tutelar los derechos de los reclusos, el legislador cre¨® especialmente ese ¨®rgano jurisdiccional.Por ello es lamentable que en Barcelona, donde existen dos juzgados de vigilancia a los que se atribuyen cuatro prisiones, no existan jueces de vigilancia titulares desde hace tres meses. La c¨¢rcel Modelo (hombres adultos), Wad-Rass (mujeres), Trinidad (hombres de 16 a 21 a?os), Tarragona (y ahora la nueva prisi¨®n de La Roca) albergan m¨¢s de 3.500 internos. Estos miles de individuos est¨¢n padeciendo los retrasos de tantos temas por la provisionalidad de la situaci¨®n, que se traduce en la pr¨¢ctica en que cada tres o cuatro d¨ªas los jueces sustitutos van al juzgado a firmar. Lo peor es que hace meses se sab¨ªa que los dos jueces anteriores iban a cesar sin que nadie hubiese entonces previsto nada. Tampoco parece que nadie se haya pronunciado al respecto: ni la Audiencia de Barcelona, ni el Colegio de Abogados, ni la Prensa...
Una vez m¨¢s puede constatarse el tradicional olvido de una cuesti¨®n que, como la penitenciaria, refleja un abandono constante. ?Qu¨¦ importancia puede tener para la alta pol¨ªtica judicial el destino de los presos? A ello se le llama "violencia institucional, estructural". Pero, evidentemente, semejante situaci¨®n escapa a cualquier sanci¨®n o penalizaci¨®n. Ni siquiera los partidos pol¨ªticos en plena campa?a electoral han dicho algo sobre ello.
Que nadie se asombre si alg¨²n d¨ªa estalla otra violencia: la de los reclusos, la que s¨ª est¨¢ y ser¨¢ castigada.- abogado.
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