El viceministro de Defensa de Ruman¨ªa asegura que el Ej¨¦rcito controla todo el pa¨ªs
El viceministro de Defensa y jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito rumano, Vasile Ionel, neg¨® ayer en Bucarest que fuerzas de la polic¨ªa, pol¨ªtica del dictador muerto, Nicolae Ceaucescu, se hubieran refugiado en la cordillera de los C¨¢rpatos. Ionel confirm¨® que el Ej¨¦rcito controla todo el pa¨ªs, aunque asegur¨® que "permanece en alerta y tiene vigilados los objetivos estrat¨¦gicos m¨¢s importantes".
El militar rechaz¨® tajantemente la teor¨ªa de que el Frente de Salvaci¨®n Nacional se hubiera constituido ya hace meses y hubiese utilizado los incidentes de Timisoara como pretexto para un golpe de Estado. Seg¨²n manifest¨®, la cifra real de muertos no se sabr¨¢ hasta pasado un tiempo, ya que siguen muchos heridos en los hospitales. Un total de 196 jefes y oficiales del Ej¨¦rcito ha ca¨ªdo durante los combates contra la Securitate en las diferentes ciudades de Rumania. El viceministro no dio cifras sobre muertos entre la tropa.Parece confirmarse que el matrimonio Ceaucescu fue ejecutado el mismo d¨ªa de su detenci¨®n tras el r¨¢pido juicio en Tirgovista, y no cuando se anunci¨® oficialmente su muerte, el d¨ªa de Navidad. El riesgo de una operaci¨®n de liberaci¨®n del dictador por parte de sus leales era m¨¢ximo.
A¨²n estaba vivo cuando fue mostrado el v¨ªdeo del juicio a oficiales de la Securitate detenidos para que hicieran un llamamiento a sus subordinados a entregarse. Cuando ¨¦stos manifestaron tener un juramento de lealtad hasta la muerte con el dictador y al temerse una operaci¨®n para liberarlo, las autoridades militares optaron por ejecutarlos de inmediato. Seg¨²n parece, ni Nicolae ni su esposa, Elena, hab¨ªan captado a¨²n la gravedad de su situaci¨®n, o confiaban en ser liberados.
Ceaucescu fue ejecutado en primer lugar y, al ver el fusilamiento, Elena sufri¨® un ataque de nervios, seg¨²n informaciones no confirmadas. Los momentos de la ejecuci¨®n no han sido mostrados por las nuevas autoridades rumanas.
Ayer se present¨® en Bucarest el nuevo Partido Ecologista, cuyos objetivos pol¨ªticos son la creaci¨®n de una democracia pluralista, un Estado de derecho de tipo occidental y corregir, o al menos paliar, los desastres ecol¨®gicos causados por la pol¨ªtica de proyectos megal¨®manos de infraestructura y por la industria pesada bajo la dictadura de Ceaucescu.
Ayuda de Francia
Los ministros de Asuntos Exteriores de la URSS, Francia y la Rep¨²blica Federal de Alemania han anunciado su llegada a Bucarest en los pr¨®ximos d¨ªas para ratificar con su presencia el apoyo al movimiento revolucionario contra Ceaucescu. El presidente de la Asamblea Nacional gala, Laurent Fabius, que se encuentra en Bucarest, ofreci¨® ayer la ayuda de Francia al proceso de transici¨®n democr¨¢tica de Rumania en unos t¨¦rminos que muchos rumanos calificaron ayer de "paternalistas".
Par¨ªs ha lanzado la mayor ofensiva de todos los pa¨ªses occidentales para asegurarse una ventaja inicial y posici¨®n privilegiada en este pa¨ªs, que cuenta de hecho con estrechos v¨ªnculos con Francia. Fabius apoy¨® sin reservas la tesis de que el levantamiento contra Ceaucescu fue una revoluci¨®n, y no una intriga palaciega, como algunos periodistas franceses intentan sugerir.
Todo observador familiarizado con la historia y la situaci¨®n rumana sabe que su Ej¨¦rcito nunca hubiera utilizado un pretexto y mucho menos una, provocaci¨®n en el seno de la minor¨ªa h¨²ngara, como la primera matanza entre los manifestantes defensores del p¨¢rroco Laszlo Takes, para poner en marcha un golpe de Estado. Exist¨ªan contactos entre oficiales del Ej¨¦rcito y miembros de la oposici¨®n dentro y, fuera del aparato, en parte encauzados por contactos sovi¨¦ticos, pero un golpe se hubiera producido de forma totalmente diferente y con muchas menos v¨ªctimas civiles que las habidas en los cuatro d¨ªas de combates abiertos. lonel reconoci¨® una creciente oposici¨®n a Ceaucescu dentro del Ej¨¦rcito, degradado con ese r¨¦gimen a "un refuerzo de mano de obra para proyectos megal¨®manos". No obstante, el jefe del Estado Mayor desminti¨® que hubiera estado preparada la intervenci¨®n militar para derrocar al dictador cornum sta. "La revoluci¨®n rumana, ha sido espont¨¢nea".
Ionel anunci¨® que las detenciones de mierubros de la Securitate y otros implicados en la sangrienta represi¨®n de las manifestaciones populares contra Ceaucescu "se elevan a rmles", pero reconoci¨® que no sab¨ªa la cifra de los que se encuentran actualmente huidos. "Sabemos que no hay miles de hombres escondidos en bunkers en los C¨¢rpatos. Puede que haya un pu?ado de ellos que han huido de la ira popular, aunque no est¨¢n organizados".
Apoyo a la huida
Ionel desminti¨® asirm smo la llegada a puertos del mar Negro de buques de "alguna naci¨®n ¨¢rabe" para apoyar en la huida a los miembros de la Securitate y manifest¨® ignorar toda informaci¨®n sobre el env¨ªo de guardias de la revoluci¨®n iran¨ª a Ruman¨ªa, coincidiendo con la visita de Ceaucescu a Ir¨¢n d¨ªas antes de su ca¨ªda y ejecuci¨®n. "S¨ª hay muertos entre los terroristas que tienen aspecto extranjero, pero no ten¨ªan encima documentaci¨®n alguna y es muy dif¨ªcil establecer su procedencia indic¨®.
El jefe del Estado Mayor insisti¨® en que el Ej¨¦rcito no hab¨ªa disparado contra el pueblo en ning¨²n momento, ni siquiera en Timisoara, durante el comienzo de la revuelta contra el dictador. "El Ej¨¦rcito recibi¨® la orden del dictador Ceaucescu de disparar contra el pueblo, pero no lo hizo. Fueron personas de la Securitate las que, mezcladas con el Ej¨¦rcito, dispararon contra las rnasas".
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