La b¨²squeda de una poes¨ªa moral
Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo recuerda que conoci¨® a Gil de Biedma en el patio de Letras de la antigua Facultad de Derecho de Barcelona. "Igual que a Carlos Barral. Antes que un grupo de poetas, fuimos un grupo de lectores. Coment¨¢bamos los libros y, despu¨¦s, cada uno empez¨® a escribir lo suyo. En el fondo la etiqueta de Escuela de Barcelona no es verdad porque para que haya escuela se necesita un maestro y aunque podr¨ªamos citar influencias... ese maestro ¨²nico no existi¨® entre nosotros"."Lo nuestro, lo de Barral, lo de Gil de Biedma, era la poes¨ªa. Un ejercicio que entend¨ªamos como instrumento de conocimiento. En literatura ya est¨¢ dicho todo, lo ¨²nico que nos quedaba era decirlo de otra manera, con otro tratamiento. Ni Biedma ni el grupo cre¨ªamos en la poes¨ªa como comunicaci¨®n. No era esto. Entend¨ªamos la poes¨ªa como alguien que intenta averiguar algo escribiendo, el poeta, y alguien que intenta averigar algo ley¨¦ndonos".
Goytisolo cree que Gil de Biedina no quiso escribir m¨¢s porque pens¨® que ya hab¨ªa escrito lo suficiente. "Public¨® poco, pero nos ha dejado p¨¢ginas espl¨¦ndidas. Ahora recuerdo aquel poema suyo donde explicaba c¨®mo le gustar¨ªa envejecer...". "Era una persona vivaz, alegre, buen compa?ero. Por razones de su trabajo viajaba a muchos pa¨ªses pero nunca pasaba por ellos como un forastero, no se contentaba con lo extra?o, lo ex¨®tico... Quer¨ªa conocer a los pueblos".
Joan Ferrat¨¦, catedr¨¢tico de literatura, hermano de Gabriel y amigo de Jaime Gil de Biedma, recuerda que aquel grupo de poetas y muy especialmente Gil de Biedma y Gabriel "buscaban lo mismo, ten¨ªan una clara complicidad en la b¨²squeda de lo que llamaban la poes¨ªa moral. Un concepto que no tiene nada que ver con los preceptos, sino con la vida. Odiaban a aquellos poetas que se presentaban ante la sociedad como seres diferentes por el simple hecho de ser escritores".
"Gil de Biedma", recuerda Joan Ferrat¨¦, "viv¨ªa en cierta manera aislado por voluntad propia porque detestaba las animaladas de algunos de sus colegas. Este aislamiento fue mucho m¨¢s radical estos ¨²ltimos a?os. Hab¨ªa dejado de escribir y pr¨¢cticamente ya no se sent¨ªa integrado en la vida de los vivientes. Era muy t¨ªmido y eso, a veces, lo hac¨ªa agresivo". Ferrat¨¦ comenta que esta discreci¨®n personal no supon¨ªa que el poeta ahora fallecido "no hiciera todo lo posible para dar a conocer su obra". "No buscaba, ni lo necesitaba, el ¨¦xito ocasional pero ¨¦l y su grupo fueron los que indujeron la antolog¨ªa de Josep Maria Castellet sobre la poes¨ªa espa?ola, una antolog¨ªa pensada como una secuencia para que terminara con los mejores, ellos". "Biedma, fundamentalmente, era un poeta serio, ajeno a las payasadas de tantos otros".
Babelia
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