Banderilleros y picadores empiezan una huelga indefinida el 1 de febrero

La Uni¨®n de Banderilleros y Picadores Espa?oles, que encuadra a la mayor¨ªa de los subalternos de estas categor¨ªas profesionales del toreo, ha convocado huelga indefinida, que iniciar¨¢ el 1 de febrero. Acusa a la Administraci¨®n de inoperancia al no haber regulado convenientemente su integraci¨®n en el R¨¦gimen General de la Seguridad Social, seg¨²n su opini¨®n. La huelga afecta a la feria de Valdemorillo, que empieza el 4 de febrero.

La Uni¨®n ha comunicado al Director General de Trabajo que ejerce su derecho a la huelga a partir del 1 de febrero y alega como causas principales la necesidad de reconstrucci¨®n de sus situaciones en las temporadas de 1987 y 1988 y la falta de prestaciones de incapacidad laboral, pensiones y jubilaci¨®n. Los subalternos que no pertenecen a la Uni¨®n de Picadores y Banderilleros y est¨¢n encuadrados en UGT o CCOO, no secundan la huelga, si bien estos profesionales suman un peque?o porcentaje en relaci¨®n con la totalidad de cuantos se encuentran en activo.Representantes de la Uni¨®n han celebrado reuniones con diversos cargos de la Secretar¨ªa General de la Seguridad Social e incluso han sido recibidos por el propio Secretario General, Adolfo Jim¨¦nez, y el Ministro de Trabajo, sin que, hasta el momento, hayan llegado a un acuerdo. La situaci¨®n planteada es que, al solicitar algunos subalternos las prestaciones que les corresponden -entre otras, la de desempleo- se han encontrado con que no hab¨ªa constancia de la totalidad de sus actuaciones en los ruedos y, por tanto, de que hubieran hecho efectivas las cotizaciones reglamentarias.

El a?o 1986 se regul¨® la integraci¨®n de los toreros en el R¨¦gimen General de la Seguridad Social y la nueva normativa suscit¨® una controversia con los empresarios. Estos opinaban que eran los matadores de toros-jefes de cuadrilla quienes, como empresarios verdaderos de los subalternos, deb¨ªan hacerse cargo de las cuotas de la Seguridad Social. Al parecer, mientras entraban en vigor las ¨®rdenes ministeriales que regulaban el decreto, hubo un per¨ªodo en que pudieron producirse irregularidades por parte de algunas empresas y determinados diestros en orden a los pagos a la Seguridad Social.

El control de las cotizaciones de los toreros se dificult¨® por la dispersi¨®n de sus actuaciones y se agrav¨® al constituirse algunos matadores en sociedades an¨®nimas -al objeto de obtener beneficios fiscales-, pues se introduc¨ªa una figura jur¨ªdica de complicado engranaje en los usos tradicionales del negocio taurino.

Las empresas abonan en concepto de Seguridad Social un 47,10% de las bases de cotizaci¨®n, de cuya cantidad un 41,1% es a su cargo y el 6% restante lo paga el torero. Hubo empresas que ingresaron a la Seguridad esas cantidades incluso cuando contrataban a los matadores en calidad de sociedades an¨®nimas, pero al hacer sus declaraciones fiscales, no pudieron repercutirlas a efectos de desgravaci¨®n ya que Hacienda no se lo admit¨ªa.

Confusi¨®n

Otras no ingresaron nada -pues, obviamente, no les correspond¨ªa-, pero tampoco lo hicieron los matadores constitu¨ªdos en sociedad an¨®mima. De esta confusi¨®n, en la que no siempre hubo buena fe por parte de empresarios y matadores, se dedujeron gran parte de los descubiertos que afectan a los subalternos.Son numerosos los matadores constitu¨ªdos en sociedades an¨®nimas y las empresas que cumplen escrupulosamente sus obligaciones, pero el n¨²mero de actuaciones que suma la totalidad de los subalternos a lo largo de cada temporada es tan grande, que el porcentaje de situaciones irregulares resulta tambi¨¦n elevado.

Los matadores constitu¨ªdos en sociedades an¨®nimas son Espartaco, Joselito, Ortega Cano, Litri, Luis Francisco Espl¨¢, Manili, Jos¨¦ Luis Parada, Curro Romero, Rafael de Paula, Fernando Cepeda, Rafi Camino, El Soro, Roberto Dom¨ªnguez y V¨ªctor Mendes. Los tres ¨²ltimos seguramente volver¨¢n a contratarse como personas fisicas en la temporada 1990.