Coe cambia de carrera
El gran atleta brit¨¢nico se despide el d¨ªa 3
Sebastian Coe se ha distinguido siempre por un extremado cuidado de los detalles. El d¨ªa 3 de febrero cerrar¨¢ en Auckland (Nueva Zelanda) una carrera incomparable, sembrada de plusmarcas y victorias extraordinarias. A los 33 a?os, Coe ha encontrado en la pol¨ªtica la v¨ªa natural para dirigir el impresionante prestigio que se ha ganado en los estadios. No parece casualidad que su despedida llegue en los Juegos de la Commonwealth, uno de los ¨²ltimos bastiones sentimentales del viejo poder imperial brit¨¢nico.
Los viejos valores de King and Country (Rey y Patria) todav¨ªa perviven en el coraz¨®n de aquellos brit¨¢nicos que se aferran a demostraciones como los Juegos de la Commonwealth para reafirmar sus se?as de identidad. Como pol¨ªtico, Coe no pod¨ªa desperdiciar esta oportunidad para reclamar la atenci¨®n de un pueblo que le adora. Desde hace varios meses, participa en las reuniones preelectorales del Partido Conservador, del que es miembro desde sus d¨ªas como alumno en Ciencias Econ¨®micas en la universidad de Loughborough. Su objetivo es conseguir un acta de diputado por un peque?o distrito de Cornualles en los pr¨®ximos comicios. Estos juegos le permiten agr¨¢ndar a¨²n m¨¢s el car¨¢cter m¨ªtico de su figura, con la subsiguiente repercusi¨®n propagand¨ªstica. Todav¨ªa hoy, 14 a?os despu¨¦s de iniciar su gran carrera deportiva en los Campeonatos de Europa de pista cubierta disputados en San Sebasti¨¢n, Coe posee toda la fuerza para intentar su ¨²ltima haza?a. Atacado por las lesiones, nunca ha conseguido una medalla en los Juegos de la Commonwealth. En Auckland tratar¨¢ de asombrar a sus compatriotas una vez m¨¢s con la victoria en las carreras de 800 y 1.500 metros. Si lo consigue, la Prensa y el pueblo brit¨¢nico se rendir¨¢n ante su h¨¦roe, un hombre que se ajusta a los viejos valores del caballero ingl¨¦s: tenaz, fr¨ªo, competitivo, despiadado si hace al caso y siempre exquisito con las formas.La obstinaci¨®n de Coe ha estado por encima de cualquier imposici¨®n extra?a. Tutelado por su padre, Peter Coe, un ingeniero de car¨¢cter severo que le dirige desde que contaba 12 a?os, el gran mediofondista ingl¨¦s se enfrent¨® en 1980 al mandato de Margaret Thatcher, que orden¨® el boicoteo a los Juegos de Mosc¨². Coe acudi¨® a esta cita por encima de su condici¨®n de miembro del Partido Conservador. Nada ha impedido a Coe cumplir todas las etapas de una carrera deportiva minuciosamente preparada, y a la vez atender a sus obligaciones acad¨¦micas y pol¨ªticas.
Personalidad
Los rasgos de la personalidad de Coe se observan en los sucesos que desembocaron en el inolvidable mes de junio de 1981. Coe dedic¨® toda la primavera de aquel a?o a preparar los ex¨¢menes finales de su carrera y a cuidar una temporada que ser¨ªa excepcional. Su jornada se alargaba desde primeras horas de la ma?ana hasta las dos o tres de la madrugada, en una dif¨ªcil mezcla de obligaciones. Coe concluy¨® su ciclo universitario en los primeros d¨ªas de junio de 1981, y apenas unas semanas despu¨¦s se embarc¨® en una de las gestas m¨¢s asombrosas en la historia del atletismo. En un periodo de 40 d¨ªas, bati¨® cuatro plusmarcas mundiales -800 y 1.500, que todav¨ªa perviven, y la milla, ¨¦sta en dos ocasiones- e inici¨® una nueva era en este deporte, entregado desde entonces a las reglas profesionales de los grandes espect¨¢culos.
Nunca le ha faltado determinaci¨®n a Coe, ni tan siquiera para enfrentarse a los periodistas brit¨¢nicos tras su victoria en la final de 1.500 en los Juegos de Los ?ngeles, extraordinariamente molesto por las cr¨ªticas que hab¨ªa recibido en las semanas previas. Muy unido a la figura de Juan Antonio Samaranch, que quiz¨¢ ha entrevisto en el atleta brit¨¢nico un futuro presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, y dedicado desde hace tiempo a las tareas directivas en el Ministerio de Deportes de su pa¨ªs, Coe cierra esta semana un fant¨¢stico historial en el medio fondo, con la mirada puesta en la meta y en las urnas electorales.
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