Se buscan verificadores
El control de armamentos crea un nuevo oficio
Un nuevo oficio est¨¢ naciendo en el ¨¢mbito de la seguridad: el de verificador de control de armamentos. Las negociaciones sobre fuerzas convencionales en Europa (CFE) avanzan paulatinamente en Viena hacia un primer desenlace para el pr¨®ximo oto?o. Para entorices, las cifras de desarme acordadas pueden quedarse por detr¨¢s de la realidad hist¨®rica, pero se habr¨¢ fijado un sistema de verificaci¨®n del acuerdo ¨²nico en su g¨¦nero y que facilitar¨¢ posteriormente otros pasos de desarme. Estos esp¨ªas oficiales -expertos en "cuenta-ataque", como los llama el diario brit¨¢nico The Guardian- deben estar en pie de guerra para empezar su labor en cuanto se haya firmado el acuerdo. Se espera que el equipo espa?ol est¨¦ integrado por entre 20 y 40 personas, frente a los cinco centenares de la RFA.
Tras la firma del acuerdo, lo primero que se producir¨¢ es un intercambio de datos sobre los armamentos cubiertos por el tratado. La primera labor de los verificadores ser¨¢, tras la ratificaci¨®n de este acuerdo, justamente comprobar la veracidad de estos datos que aportan los otros pa¨ªses. Despu¨¦s tendr¨¢n tambi¨¦n que verificar de alg¨²n modo la destrucci¨®n del material sobrante, medida que se llevar¨¢ a cabo en un plazo de tres a?os. Para estos fines se firmar¨¢ un protocolo de destrucci¨®n. Algunas unidades pueden reconvertirse para otras funciones militares permitidas o para uso civil (por ejemplo, ciertos helic¨®pteros, pero no los aviones de combate o los ca?ones). Se habla de tirar al mar o enterrar algunos armamentos.Una vez llevadas a cabo las reducciones habr¨¢ que verificar los armamentos que quedan. A cada pa¨ªs se le adjudicar¨¢n unas cuotas de inspecci¨®n, tanto pasivas (recibir a inspectores en el territorio propio) como activas (ir a inspeccionar en el territorio de otro pa¨ªs), medidas en d¨ªas de inspecci¨®n. El sistema vigente consistir¨¢ en que, por ejemplo, unos inspectores sovi¨¦ticos avisar¨¢n con menos de 24 horas de antelaci¨®n que llegan a Espa?a, y una vez aqu¨ª, que quieren visitar la base, por ejemplo, de Torrej¨®n para contar los armamentos o unidades presentes. Una vez realizada la inspecci¨®n en Torrej¨®n pueden decidir regresar a su pa¨ªs o pedir visitar, por sorpresa, otra base.
En el caso de Espa?a se plantea un problema especial con la presencia de fuerzas estadounidenses. Al tratarse de fuerzas estacionadas en territorio espa?ol, la parte espa?ola considera que son espa?oles los que deben acompa?ar a los inspectores extranjeros. Si un sovi¨¦tico quiere inspeccionar los F-16 estadounidenses en Torrej¨®n "debe pedir permiso al Gobierno espa?ol", seg¨²n las fuentes consultadas. La parte espa?ola se lo comunicar¨ªa a la de EE UU y nada impide que se unan escoltas estadounidenses y oficiales de enlace espa?oles. No, es una novedad. Ya figura un sistema similar en el documento de Estocolmo sobre medidas de confianza.
Pactos entre aliados
Por otra parte, como en el documento de Estocolmo, se establecer¨¢ para estos nuevos acuerdos un pacto por el cual ning¨²n miembro de una alianza inspeccionar¨¢ instalaciones de uno de sus aliados.
Este sistema no est¨¢ pensado para impedir que espa?oles inspeccionen las instalaciones brit¨¢nicas en Gibraltar, sino para evitar problemas entre Grecia y Turqu¨ªa.
Se calcula que el acuerdo producir¨¢ unas 40.000 comunicaciones al a?o. En algunos sectores militares espa?oles existe la tentaci¨®n de delegar en la OTAN estas tareas, por lo que abogan los mandos integrados de la Alianza.
Espa?a aboga por una f¨®rmula interniedia entre la puramente nacional y la que proponen los mandos atl¨¢nticos. La parte espa?ola prefiere que se creen unas estructuras de intercambios de datos y coordinaci¨®n. Espa?a quiere poder negociar sus cuotas con sus aliados. La OTAN se va a encargar tambi¨¦n de organizar cursos para los verificadores.
A Espa?a le interesa adquirir experiencia en este terreno, indican los medios consultados, y por tanto, formar sus propios expertos en verificaci¨®n. "No se sabe lo que va a pasar en el futuro, a medio o a largo plazo, cuando el eje Este-oeste est¨¦ resuelto y se aborde el eje Norte-Sur, el Mediterr¨¢neo", indican estas fuentes, que a?aden: "Si no acumulamos experiencia Italia y Francia nos van a pisar el liderazgo".
Defensa ha empezado a estudiar c¨®mo se van a formar los inspectores espa?oles, pues tienen que estar listos cuanto antes. La idea espa?ola es, sin embargo, modesta. Se piensa que entre 20 y 40 inspectores bastar¨ªan, indican medios oficiales.
Criterios pol¨ªticos
En su mayor¨ªa ser¨ªan militares, pero tambi¨¦n habr¨ªa diplom¨¢ticos, pues el canal habitual de comunicaci¨®n ser¨¢ el diplom¨¢tico, y adem¨¢s las inspecciones pueden tener un efecto pol¨ªtico. Por ejemplo, si estuviera ahora vigente, un franc¨¦s podr¨ªa pedir visitar una base en Lituanla. Se tratar¨¢, pues, de crear un sistema de concertaci¨®n entre las estructuras pertinentes que se creen al efecto en los ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa.
En comparaci¨®n con las modestas cifras espa?olas, EE UU tiene una Agencia para la Inspecci¨®n sobre el Terreno (On Site Inspection Agency) y confia adem¨¢s en sus sat¨¦lites para la verificaci¨®n del acuerdo CFE. En el Reino Unido se ha creado un Grupo Conjunto de Aplicaci¨®n de los Controles de Armamento (Joint Arms Control Implementation Group), aut¨¦ntico cuerpo de verificadores, que se iniciar¨¢ con unas 270 personas. La Rep¨²blica Federal de Alemania cuenta con el doble. Los expertos deben saber de armentos, estudiar los intercambios de datos que se produzcan entre los aliados, conocer el tratado a fondo y sus derechos y obligaciones.
En cuanto a conocimiento de idiomas, probablemente los expertos espa?oles dejar¨¢n mucho que desar, pero "se puede paliar con int¨¦rpretes propios", se?alan medios diplom¨¢ticos.
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