Tambi¨¦n a las duras

NADA JUSTIFICA la violenta actitud de los manifestantes de Montblanc (Tarragona) que cercaron el pasado lunes por la noche durante 10 horas al conseller de la Generalitat de Catalu?a Joaquim Molins para protestar por el Plan de Residuos elaborado por el Gobierno de Jordi Pujol. Nada les justifica, aunque su actitud inc¨ªvica y violenta sea el signo inequ¨ªvoco de un malentendido que debiera suscitar una profunda reflexi¨®n al Ejecutivo aut¨®nomo catal¨¢n. El Plan de Residuos pretende racionalizar el vertido incontrolado de basuras industriales, mucho m¨¢s peligroso actualmente que en cualquiera de los emplazamientos futuros de los vertederos controlados. Conlleva una solidaridad territorial de todas las comarcas catalanas, industriales y rurales, para asumir, junto a las impl¨ªcitas e indiscutibles ventajas de la sociedad industrial avanzada, los expl¨ªcitos y m¨¢s indeseables costes del progreso. Implica, de forma casi in¨¦dita para Pujol y su Gobierno, la toma de decisiones conflictivas, la opci¨®n entre males menores y mayores y el compromiso con tales decisiones. Es una de las primeras ocasiones.en que Pujol y su Gobierno no reparten beneficios ni recogen las rentas de agravios y quejas, sino que ellos mismos son motivo de protesta.Todo esto es bueno para la autonom¨ªa y para la democracia. Si hasta ahora gobernar Catalu?a pod¨ªa equivaler casi ¨²nicamente a dirigir una protesta contra un centralismo, real o magnificado, a partir de ahora es ya principalmente, corno en cualquier sitio, gestionar conflictos. Nada justifica a los violentos manifestantes de Montblanc, pero tampoco se justifica la falta de explicaci¨®n sobre el Plan de Vertidos Industriales, el punto de nocturnidad y alevos¨ªa en el anuncio del emplazamiento de los vertederos o las actitudes divergentes en el seno del Gobierno aut¨®nomo. Efectivamente, mientras el conseller Joaquim Molins, como responsable del ramo, intentaba aclarar por su cuenta a las poblaciones afectadas lo que el conjunto del Gobierno no hab¨ªa explicado, otro conseller frenaba parte del plan para evitar males electorales en su circunscripci¨®n. Concretamente, el titular de Gobernaci¨®n, Josep Gomis, ex alcalde de Montblanc, diputado auton¨®mico por la provincia de Tarragona y responsable del orden p¨²blico, consigui¨® congelar la implantaci¨®n de una incineradora de residuos en su feudo electoral, mermando as¨ª la autoridad del Gobierno catal¨¢n y dando p¨¢bulo a las teor¨ªas que atribuyen fuerza pr¨¢ctica a las presiones de la calle.