La esfera armilar, en Madrid
Saliendo por la carretera de Valencia, a la izquierda, en unos desmontes pasado el barrio de Moratalaz, enfrente del pueblo de Vallecas, cerca de Vic¨¢lvaro, se construir¨¢ la esfera armilar de 92 metros de altura y 80 de di¨¢metro. Este s¨ªmbolo del conocimiento humano ser¨¢ uno de los pocos monumentos dignos de nuestro tiempo construido en Espa?a. Que est¨¦ en Madrid y en una zona desatendida, popular y dura, como esa salida de Madrid hacia el campo de Castilla, es justo y significativo. La belleza fascinadora de la gran esfera, lo hipn¨®tico de su funcionamiento, el misterio de ese gran objeto ins¨®lito situado en una tierra que nadie mira, porque su belleza est¨¢ fuera de los cauces convencionales, ha de convertir este lugar modesto en uno de los principales focos de atenci¨®n de Madrid.Dentro de la esfera armilar podr¨¢ contemplarse el sistema solar, con sus nueve planetas girando alrededor del Sol. Esta esfera, con el tama?o y la velocidad de giro proporcionales, con sus colores reales e iluminada por el Sol, que permanece en el centro de esta representaci¨®n emitiendo 12 sonoridades diferentes que configuran una expresi¨®n musical continua y siempre variable, adem¨¢s de las innumerables estrellas agrupadas en las constelaciones situadas en la gran faja zodiacal, constituye un espect¨¢culo que podr¨¢ ser contemplado desde el ecuador, los tr¨®picos y los polos, que forman las cinco plataformas horizontales a las que el p¨²blico tendr¨¢ acceso. Una maqueta de la esfera armilar, de tres metros de altura, que nosotros conocemos, da la medida del prodigio y la fascinaci¨®n que tendr¨¢ este monumento. Es un acierto el hecho de elegir para esta ocasi¨®n, el a?o 1992, un monumento did¨¢ctico con estas caracter¨ªsticas de atemporalidad, de maravillosa inutilidad, y que resume el esfuerzo y la aventura del hombre en toda su historia. Ser¨¢ un alto mirador de 360? desde el este de Madrid hacia la ciudad y la llanura que se extiende.
En una sociedad empujada hacia el practicismo tan agobiante y chato, es un acierto que se realice esta obra tan atrayente e imaginativa.
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