Mandela anuncia negociaciones del ANC y el Gobierno

RICARDO M. DE RITUERTO, ENVIADO ESPECIAL, "La ra¨ªz de este conflicto est¨¢ en que desgraciadamente los blancos temen la realidad de la democracia", dijo ayer Nelson Mandela en suprimera conferencia de prensa en los ¨²ltimos 28 a?os, dada en la residencia del arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu. Mandela a?adi¨® que el Congreso Nacional Africano (ANC) y el Gobierno de Pretoria iniciar¨¢n pronto negociaciones para acabar con el sistema de segregaci¨®n racial (apartheid). El l¨ªder negro ten¨ªa previsto trasladarse ayer al gueto negro de Soweto, en donde le esperaban miles de personas.

En las primeras horas de la tarde, Mandela vol¨® en un avi¨®n privado hacia Johannesburgo, donde: este mediod¨ªa va a participar en un mitin en el Soccer City Stadium de Soweto, el gueto en el que tuvo su ¨²ltima residencia.En la conferencia de Prensa, Mandela dijo que las garant¨ªas para los blancos, que el presidente surafricano Frederik W. de Klerk quiere introducir en la futura Constituci¨®n, son algo que el ANC discutir¨¢ en su momento. Estima que "mientras los blancos sigan pensando en derechos de grupo est¨¢n hablando la lengua del apartheid'.

El l¨ªder moral del ANC dijo que a este movimiento -del que se define como miembro de base y fiel seguidor de sus objetivos, t¨¢cticas y estrategias- le preocupa el temor de los blancos a una toma del poder por los negros,. El tratamiento del conflicto, como de tantos otros que ahora se le plantean al movimiento antirracista, queda para el futuro: "El ANC estudiar¨¢ el problema y encontrar¨¢ una soluci¨®n satisfactoria para blancos y para negros", dijo.

Seguridades para los blancos

La f¨®rmula transitoria de reparto de poder es algo que todav¨ªa el ANC no ha perfilado, y Mandela mostr¨® su cara conciliadora a la minor¨ªa racial. "Los blancos son tambi¨¦n surafricanos", afirm¨®. "Queremos que se sientan seguros y, que sepan que reconocemos la contribuci¨®n que han hecho al pa¨ªs".

Mandela, que se mostr¨® ayer sorprendido por la presencia de bla:leos solidarios a lo largo de la carretera desde la c¨¢rcel a Ciudad del Cabo, no quiso entrar en detalles sobre las garant¨ªas constitucionales que busca De Klerk, cuesti¨®n considerada de extrema importancia por el ANC", que la tomar¨¢ en consideraci¨®n cuando llegue el momento, aunque para ¨¦l, "mientras los blancos sigan pensando en derechos de grupo, est¨¢n hablango la lengua del apartheid'.

El discurso del domingo ante una multitud de unas 100.000 personas, reunidas frente al Ayuntamiento de Ciudad del Cabo hizo poco por disipar los temores de la mayor parte de los blancos surafricanos. El pronunciamiento de Mandela en favor de la. lucha armada y de las sanciones no hizo sino reavivar los m¨¢s profundos temores de la minor¨ªa blanca a las hordas negras. La nacionalizaci¨®n de las minas, uno de los principales recursos econ¨®micos de Sur¨¢frica, fue defendida ayer por Mandela, quien la consider¨® como un principio pol¨ªtico acertado.

Hombre ¨ªntegro

Fuentes gubernamentales intentaron ayer quitar hierro a estas proclamas, que consideraron "bastante predecible" mientras Mandela intenta acomodarse al ANC e hicieron hincapi¨¦ en las referencias a la paz y en su calificaci¨®n de De Klerk como "un hombre ¨ªntegro".

Andries Treurnicht, l¨ªder del Partido Conservador, quien espera capitalizar en votos el temor blanco a los futuros cambios en el sistema pol¨ªtico, tiene una visi¨®n distinta y ha tronado contra una liberaci¨®n de Mandela sin contrapartidas. "Es extraordinario que tal hombre sea considerado en h¨¦roe", dijo. "En vista de los delitos que ha cometido, incluido el de alta traici¨®n, encuentro alarmante su negativa a renunciar a la lucha armada y que amenace con que o hay Gobierno de la mayor¨ªa o habr¨¢ inestabilidad interna".

Los conservadores, que aspiran a forzar al Gobierno a convocar elecciones anticipadas mediante una campa?a de presi¨®n callejera, se van a manifestar en los pr¨®ximos d¨ªas en diversa partes del pa¨ªs. A pesar de las se?ales alarmantes que la minor¨ªa blanca recibe de Mandela -agrandadas por los gritos del Partido Conservador, tan interesados como la calma mostrada por el Partido Nacional- el ex preso insisti¨® ayer en que no hay contradicci¨®n entre que el presidente De Klerk le considere un hombre de paz y su defensa de la lucha armada.

"Yo estoy comprometido con una soluci¨®n pac¨ªfica para este pa¨ªs, que es la pol¨ªtica del ANC", se?al¨®. "La lucha armada es s¨®lo un acto defensivo contra la violencia del apartheid". El ANC aprovechar¨¢ la primera oportunidad que le brinde el Gobierno para avanzar por el camino de la paz, seg¨²n Mandela, quien estima que el fundamento de la soluci¨®n de los problemas del pa¨ªs pasa por los contactos entre el ANC y el Ejecutivo.

Mandela dijo tambi¨¦n haber mantenido muchas conversaciones con representantes del Gobierno a lo largo de los tres ¨²ltimos a?os, pero dudaba que la buena voluntad manifestada por sus interlocutores fuese fiel reflejo del sentir del Partido Nacional (NP), en el poder desde 1948 y adalid del racismo. "Todav¨ªa tenemos que ver si De Klerk es capaz de conseguir arrastrar al NP", coment¨® Mandela.

La jornada en que el l¨ªder negro recuper¨® la libertad estuvo marcada por violentos enfrentamientos en diversas partes de pa¨ªs, de polic¨ªas con manifestantes y de grupos de negros rivales en otras. En Natal, donde los zul¨²es de Inkhata llevan a?os enfrentados a los partidarios de Mandela, hubo 48 muertos.