'Khark 5', la odisea ha terminado

El accidente sufrido por el petrolero iran¨ª Khark 5 ha sido toda una odisea en el Atl¨¢ntico. Casi dos meses despu¨¦s de que se produjera la explosi¨®n de uno de sus tanques, con un agujero a bordo de m¨¢s de 600 metros cuadrados, una maniobra arriesgada en alta mar, ¨²nica en su g¨¦nero, ha permitido recuperar 173.950 toneladas de crudo iranian heavy de las 273.893 que transportaba el buque y evitar la cat¨¢strofe ecol¨®gica que habr¨ªa supuesto el vertido de la carga al oc¨¦ano. Un marino espa?ol, Jes¨²s P¨¢ramo Montalvo, vivi¨® la traves¨ªa del Khark 5 hasta el Ecuador, donde fue posible el transvase del crudo hasta el petrolero Shir-Kooh.

17 de diciembre. El petrolero khark 5, de 339 metros de eslora y 53,5 de manga, viaja desde Khark Island (golfo P¨¦rsico) rumbo a Rotterdam (Holanda). Sus bodegas transportan casi 300.000 toneladas de crudo y su situaci¨®n, frente a las costas de Marruecos, es de 34? Norte, 11? Oeste. Se prepara la tragedia. Los mamparos que separan el tanque de lastre n¨²mero cuatro de babor y su contiguo n¨²mero tres, repleto de petr¨®leo, comienzan a resquebrajarse: el crudo comienza a filtrarse de un dep¨®sito a otro con la fuerza de un pulverizador gigante, y el mal estado de la mar, con olas de hasta 10 metros, acelera el proceso de apertura de la grieta.La atm¨®sfera no inertizada de esa c¨¢mara de lastre -su cometido es llenarse de agua para equilibrar el barco cuando ¨¦ste no lleva carga- es la propicia para que se produzca una explosi¨®n a bordo. Cualquier chispa puede servir de detonante, y ¨¦stas abundan en la citada c¨¢mara: el roce del crudo con las paredes produce electricidad est¨¢tica y las fricciones de los mamparos rotos entre s¨ª son tambi¨¦n foco de lumbre.

Mientras, los 42 tripulantes del petrolero -de cinco nacionalidades diferentes y sometidos al r¨¦gimen integrista isl¨¢mico- permanecen ajenos al desenlace que se produce bajo sus camarotes. La explosi¨®n no tarda en llegar. 644 metros cuadrados de acero saltan en pedazos durante la noche y quedan retorcidos como si de material pl¨¢stico se tratase. 89.000 toneladas del crudo iran¨ª salen al mar y causan una extensa marea negra, y varios tanques del petrolero quedan comunicados entre s¨ª y el oc¨¦ano, prolongando un vertido continuo del llamado oro negro.

A toda m¨¢quina

La decisi¨®n inmediata del capit¨¢n del petrolero, el griego Athanassias, es la de poner rumbo a la costa. "Proa a la mar y a toda m¨¢quina", ordena. Por entonces la noticia ha llegado a tierra firme, y tanto las autoridades espa?olas como las marroqu¨ªes, se apresuran a denegar al petrolero el permiso para adentrarse en sus aguas jurisdiccionales. El temor de una marea contaminante que llegue a las playas es com¨²n a los dos gobiernos19 de diciembre. El superpetrolero iran¨ª, con 17 a?os de antig¨¹edad y construido en grandes dimensiones a ra¨ªz de la crisis provocada en el golfo P¨¦rsico por la Guerra de los Seis D¨ªas, navega a 10 nudos de velocidad, sufriendo en su da?ada estructura el mal tiempo reinante en el Atl¨¢ntico y dejando tras de s¨ª un reguero de petr¨®leo de 12.000 toneladas m¨¦tricas.

En estas condiciones, el tanque de fuel¨®leo de popa, principal dep¨®sito de combustible del buque, comienza a arder. Seg¨²n los t¨¦cnicos, la causa aparente del incendio es el recalentamiento sufrido por el combustible debido a la navegaci¨®n forzada del buque. Los 42 tripulantes del Khark 5 abandonan el barco apresuradamente, y son transportados por un mercante ruso hasta el puerto de C¨¢diz.

Comienza el rescate. Los remolcadores espa?oles Punta Tarifa y Off Vigo, con base en C¨¢diz y Galicia, respectivamente, acuden el d¨ªa 20 de diciembre hasta el buque incendiado y proceden a la extinci¨®n del petrolero, contratados por la armadora del Khark 5, la National Iranian Transport Corporation (NITC). "Seg¨²n las leyes mar¨ªtimas internacionales", comenta Jes¨²s P¨¢ramo Montalvo, un marino madrile?o de 44 a?os inspector de cargamentos, "cualquiera que hubiese subido en esos momentos al petrolero se pod¨ªa haber apropiado de ¨¦l. El barco estaba abandonado y constitu¨ªa lo que llamamos en la mar una presa mar¨ªtima", afirma.

Pero la NITC ya ten¨ªa previsto qui¨¦nes iban a ocuparse del rescate del petrolero, y cuando los marineros del Punta Tarifa y Off Vigo apenas hab¨ªan terminado sus tareas contraincendios, una tripulaci¨®n holandesa, de la compa?¨ªa de rescate Smit-Tak, a bordo del Punta Tarifa, sube al Khark 5 y se hace cargo de su tim¨®n, finalizando in situ las labores de extinci¨®n de la cubierta.

28 de diciembre. Jes¨²s P¨¢ramo Montalvo recibe el encargo de inspeccionar las tareas de rescate del petrolero y a bordo del Shir-Kooh, otro petrolero iran¨ª de la NITC, se aproxima al Khark- 5, donde realiza una primera inspecci¨®n. El buque mantiene una escora de 5? a costado de babor y se encuentra a 200 millas de las costas espa?olas. Ante la negativa de las autoridades a conceder permiso para trasvasar el crudo cerca de tierra, los holandeses de la Smit deciden poner rumbo sur para evitar el r¨¦gimen de los vientos alisios -de direcci¨®n nordeste- que tienen revuelta la mar e impiden la operaci¨®n.

El Khark 5 navega remolcado por los Smit-Lloids-25, Five Play y Smit-Houston, pertenecientes a la naviera holandesa. A su paso por Las Canarias pone en marcha sus motores, lo que aleja el riesgo de una nueva explosi¨®n, al utilizar los gases inertes de su combusti¨®n para rebajar el nivel de ox¨ªgeno de los tanques. Se acerca a las Islas de Cabo Verde, en un ¨²ltimo intento de realizar el trasvase en la costa, pero all¨ª tambi¨¦n hay miedo a la marea negra, y deniegan el permiso.

Primer intento

28 de enero. Primer intento. El Khark 5 y el Shir-Kooh son abarloados, separados por unas defensas gigantes de goma -fabricadas por la multinacional japonesa Yamaha-, para proceder al trasvase de crudo. El viento lo impide, y por la noche, tras la rotura de una de las protecciones, se decide aplazar la operaci¨®n. Jes¨²s P¨¢ramo asegura que la espera fue eterna. "?bamos encima de algo que podr¨ªa estallar en cualquier momento, que pod¨ªa hundirse. Parece milagroso que el barco, cargado a¨²n en su dos tercios de petr¨®leo, m¨¢s el agua marina que incorpor¨® con la explosi¨®n, se mantuviese a flote y navegase durante 2.500 millas".Seis d¨ªas despu¨¦s, en la mar calmada del Ecuador, se reintenta la maniobra, ¨²nica entre petroleros realizada en mar abierta y de enorme dificultad t¨¦cnica, seg¨²n afirma P¨¢ramo. Tras dos d¨ªas de trabajo, a raz¨®n de unas 4.000 toneladas la hora, el petr¨®leo del Khark 5 est¨¢ en las bodegas del Shir-Kooh y ambos barcos ponen rumbo a las Canarias.

"La odisea ha terminado", cuenta P¨¢ramo, y el Khark 5 pone proa hacia el Estrecho camino de los astilleros gaditanos de AESA o de un puerto franc¨¦s para su reparaci¨®n.