El voluntarismo, arma de dobler filo
Soy voluntario de una gran organizaci¨®n de tipo humanitario, y por tanto creo que hablo y escribo con bastante conocimiento de causa. Bien, yo querr¨ªa plantear al lector y a la lectora de este peri¨®dico el problema deI actual voluntarismo.Por un lado, parte de: los servicios solicitados, pongamos por caso por el Ayuntamiento mismo o por la instituci¨®n en s¨ª, directamente al voluntario llega a ser en muchas ocasiones profesional, y si no lo es, al menos le quita un trabajo a una persona que se pueda dedicar a hacer esos peque?os servicios en conjunto a cuenta de asistencia social.
Por otro lado, adem¨¢s de servir s¨®lo a los Gobiernos, que adoctrinan a la gente y se quitan trabajo y gastos que deb¨ªan ser inevitables en servicio de toda la comunidad, adem¨¢s -como iba diciendo- est¨¢n pencando gratis. Yo mismo, lo confieso, hice unas encuestas a petici¨®n de mi instituci¨®n, aunque las har¨ªa servir al Ayuntamiento, que ped¨ªa el servicio. Y los encuestadores cobran, y ni yo cobr¨¦ ni dej¨¦ que el gobierno local contratase a algunos. Hay que replantear, pues, el grado de actuaci¨®n del voluntariado, pues no puede ser que unos cuantos miles de gente bienintencionada ayuden, y menos gratis, a solucionar los problemas de millones, responsabilidad en tina sociedad democr¨¢tica de los votados. M¨¢s servicio social que el ser explotado en una empresa, y eso con suerte, y pagar impuestos, y estar secuestrado por nuestro querid¨ªsimo Estado durante un a?o y medio en la mil¨ª o en la burla de la objeci¨®n, me parece una tomadura de peluca incre¨ªble. Adem¨¢s, con esto del voluntariado pasa como con la droga, si s¨®lo se legaliza en un lugar, no acabas con su comercio, sino que hasta permites que pase m¨¢s c¨®modamente en este caso al resto de Europa. Todos deb¨ªamos ser solidarios y menos hip¨®critas-
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