Nelson Mandela: "No soy profeta"
El l¨ªder del ANC es optimista sobre el cambio pol¨ªtico en Sur¨¢frica
Nelson Mandela, l¨ªder del Congreso Nacional Africano (ANC) -principal organizaci¨®n opositora surafricana-, reci¨¦n vuelto a su casa de Soweto tras 27 a?os de c¨¢rcel, no se atreve a fijar una fecha para el fin del apartheid. "No soy profeta", dice. Sin embargo, es optimista, y est¨¢ sorprendido por haber comprobado que "hay un n¨²mero sustancial de blancos que han asumido que el ANC tiene un papel que desempe?ar" en Sur¨¢frica.
.Pregunta. ?Qu¨¦ le ha producido mayor sorpresa de lo primero que ha visto?
Respuesta. A primera vista todo parece haber cambiado bastante, aunque la pobreza a¨²n se mantiene en las retinas. Pero desde el punto de vista del pa¨ªs en su conjunto, estoy sorprendido por el hecho de que un n¨²mero sustancial de blancos ahora asume que una soluci¨®n para el pa¨ªs est¨¢ ligada al di¨¢logo con el ANC. Tambi¨¦n est¨¢n dispuestos a aceptar una Sur¨¢frica no racista.
P. Una de las primeras cosas que dijo fue que usted no es un profeta. ?Es que el pueblo espera tanto de usted?
R. No lo s¨¦. Siento la necesidad de explicarles que individualmente no pueden resolver los graves problemas que tienen enfrente. Ser¨¢ el esfuerzo colectivo el que resuelva nuestros problemas.
P. ?Acaso se siente con un pesado fardo de responsabilidad?
R. No tengo miedo excesi vo a la pesada responsabili dad. Como ya he dicho, soy un leat y disciplinado miembro del ANC. Mi obligaci¨®n es infor marles y poder usar su organizaci¨®n para conseguir resolver sus problemas. No actuar¨ªa individualmente, siempre lo har¨ªa como miembro de un equipo.
Estado de salud
P. Se le ve bastante bien. ?C¨®mo est¨¢ de salud?
R. Mi salud , por lo que a m¨ª concierne, est¨¢ muy bien. Me han asistido los mejores m¨¦dicos y especialistas.
P. ?Hasta qu¨¦ punto fue grave su tuberculosis hace dos a?os?
R. Afortunadamente los doctores la descubrieron en su fase inicial. No hab¨ªa lesiones de consideraci¨®n. Diagnosticaron muy bien y me limpiaron, asegurando que no ten¨ªa ninguna secuela.
P. ?Qu¨¦ fue lo m¨¢s dif¨ªcil durante sus a?os de prisi¨®n?
R. Tuve momentos muy duros al comienzo de mi encarcelamiento. Nunca fui agredido brutalmente, pero muchos de mis colegas s¨ª lo fueron.
P. Se dice que hizo amistad con un carcelero.
R. Realmente ten¨ªa tres guardianes. El oficial subalterno Swart era el hombre que viv¨ªa conmigo en la casa -en la c¨¢rcel granja de Victor Verster- desde las siete de la ma?ana hasta las cuatro de la tarde, hora en la que se iba hasta el d¨ªa siguiente. Nos hicimos muy amigos.
P. ?Cu¨¢ndo empez¨® el Gobierno a ser m¨¢s conciliador hacia usted?
R. La actitud del Gobierno tom¨® esta forma en los sesenta. Entonces me visit¨® varias veces Jimmy Kruger, que era entonces ministro de Justicia. Me visit¨® Louis Le Grange, que ahora es portavoz en el Parlamento. Altas personalidades tanto locales como extrajeras pudieron visitarme. La actitud del Gobierno fue contradictoria. A pesar del duro trato estaban preparados para discutir conmigo. Durante los ¨²ltimos tres a?os empec¨¦ a dialogar con el Gobierno sobre la cuesti¨®n de la liberaci¨®n de los prisionero y de las negociaciones entre el Gobierno y el Congreso Nacional Africano.
P. ?Inici¨® conversaciones pol¨ªticas?
R. S¨ª.
P. ?Qu¨¦ es lo que le lleva a decir que el presidente De Klerk es un "hombre con entereza"?
R. ?sta ha sido la clara impresi¨®n que saqu¨¦ de las dos conversaciones que tuve con ¨¦l. Hay muchas cosas que dijo que me convencieron de que es un hombre con el que se puede negociar.
P. ?Es usted optimista sobre la cuesti¨®n de que los prisioneros pol¨ªticos y el fin del estado de emergencia pueden ser resueltas bastante r¨¢pidamente?
R. Personalmente eso creo. No pienso que De Klerk tenga ning¨²n motivo para resistir a estas dos exigencias.
P. Los principales pilares del apartheid a¨²n existen en su pa¨ªs. ?Por qu¨¦ dice que la "libertad est¨¢ en el horizonte"?
R. Bueno, personalmente no he dicho realmente que la "fibertad est¨¢ en el horizonte". Lo que he dicho es que conflo en que el presidente de la naci¨®n va a dirigir las cuestiones de la liberaci¨®n de los prisioneros pol¨ªticos y el levantamiento del estado de emergencia en su totalidad. Una vez que esto ocurra podremos sentarnos a discutir una nueva Constituci¨®n.
P. ?El ANC va a negociar en una posici¨®n d¨¦bil en compara ci¨®n con el Gobierno?R. No. Estarnos en una posici¨®n fuerte porque el Gobierno ahora'ha aceptado que no puede haber arreglo pac¨ªfico en este pa¨ªs sin la participaci¨®n del ANC. Para ellos cambiar su pol¨ªtica sobre esta cuesti¨®n es una victoria para el Congreso Nacional Africano.
P. Usted ha dicho que el principal tema en las negociaciones es conciliar las demandas de los negros de un hombre un voto con los temores de los blancos de lo que esto podr¨ªa significar para ellos. ?Es esto posible?
R. Hay suficiente buena voluntad para conciliar estos dos puntos. El ANC est¨¢ sin duda listo para enderezar los temores de los blancos.
P. ?Se arreglar¨¢n sobre un hombre un voto?
R. Estoy hablando de compromiso en general. Compromiso significa acomodar el punto de vista del otro partido. Estamos preparados para hacerlo.
P. ?Cuando ser¨¢n libres los negros en este pa¨ªs?
R. No soy profeta. No s¨¦.
Time, 1990.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.