Un ordenador identifica el aut¨¦ntico 'San Juan Bautista', pintado por Caravaggio

Un ordenador ha sustituido a la cr¨ªtica art¨ªstica en la identificaci¨®n de la autenticidad del cuadro San Juan Bautistda, pintado por Caravaggio a principios del siglo XVII para el noble italiano Ciriaco Mattei. O, si se prefiere, ha sido la inform¨¢tica la que ha hecho esta vez de juez salom¨®nico para decidir, tras 37 a?os de disputas, cu¨¢l de los dos ejemplares existentes de la misma obra sali¨® de los pinceles de Caravaggio.

El ordenador ha analizado el software construido con el sistema del hipertexto, que permite f¨¢ciles confrontaciones entre textos, documentales, documentos t¨¦cnicos e im¨¢genes, y ha atribuido la paternidad de Caravaggio al que hasta ahora se consideraba falso.Seg¨²n los datos de dicho ordenador, como ha sido revelado estos d¨ªas atr¨¢s en la sala de Santa Petronilla de los Museos Capitolinos en presencia de docenas de cr¨ªticos de arte, desde Pietro Pietrangeli a Giulio Carlo Argan, y tambi¨¦n Maurizk- Calvesi, Cristoph Frommel, Denis Mahon y Michele Cordaro, junto a expertos en inform¨¢tica, archivistas y periodistas, el cuadro que tiene mayores posibilidades de ser de Caravaggio no es el que se pod¨ªa admirar en la galer¨ªa de Doria Panfilia, generalmente considerado como el verdadero, sino al rev¨¦s, el que estaba en la Pinacoteca Capitolina y considerado como falso.

Es decir, que el ordenador ha dado la raz¨®n a sir Denis Mahon contra el famoso historiador Lionelo Venturi, quien en 1910 public¨® el San Julh de la galer¨ªa Doria jurando que era el verdadero. Los dos cuadros atribuidos hasta ahora al Caravaggio representari. a san Juan joven, desnudo, sentado sobre una piel de cabra.

El cuadro que hoy seg¨²n la inform¨¢tica resulta ser el verdadero hab¨ªa estado primero en el despacho de Antonio Mu?oz, que hab¨ªa sido inspector general de Bellas Artes del Ayuntamiento de Roma; m¨¢s tarde pas¨¦ al despacho del alcalde Rebecchini, y all¨ª estaba en 1953 cuando lo descubri¨¦ Mahon, quien, tras haberlo examinado con calma, exclam¨®:: "?Pero si esto es un Caravaggio!".

El otro autor

Sin embargo, ahora que el juicio salom¨®nico de la moderna tecnolog¨ªa ha dado la raz¨®n a Mahon, la pregunta que se hacen los cr¨ªticos y el p¨²blico es qui¨¦n pudo ser entonces el autor del otro cuadro, tan id¨¦ntico al primero que ni los mayores expertos han sido capaces durante 37 a?os de descifrar si era el verdadero o el falsa.

Lo cierto es que la cuesti¨®n podr¨ªa ser otra: que ambos cuadros sean de Caravaggio, quien ya en otras ocasiones hab¨ªa repetido una misma obra suya, hasta el punto de que hay quien piensa que ser¨ªa bonito hacer una exposici¨®n de los dobles Caravaggio. Se explicar¨ªa as¨ª por qu¨¦ los dos San Juan se parecen tanto. ?Por qu¨¦ entonces el ordenador se ha inclinado por uno de ellos? La respuesta de los que prefieren pensar que ambas obras son del mismo autor explica que el premiado con la autenticidad podr¨ªa haber sido pintado en edad m¨¢s madura del pintor y que, por tanto, examinadas en el conjunto todas las caracter¨ªsticas caravaggianas, incluso las que no se pueden ver a simple vista, el antes considerado falso resulta m¨¢s Caravaggio que el otro.