Los hijos de Fraga
A ESCASAS semanas del congreso que sancionar¨¢ el relevo de Fraga por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en el liderazgo del principal partido de la oposici¨®n, el delf¨ªn ha definido su objetivo: convertir al Partido Popular en una formaci¨®n centrada, moderada e independiente. Ese objetivo era imposible mientras el antiguo ministro de Informaci¨®n siguiera siendo el emblema de los conservadores espa?oles. Por m¨¢s que el partido cambiase de nombre o se recubriera con t¨²nicas diversas -desde la democristiana hasta la liberal-conservadora-, un sector del electorado segu¨ªa viendo en el PP, antes que nada, al partido de Fraga. Ello ha venido condicionando de manera implacable las perspectivas electorales de la derecha. Eso puede cambiar ahora merced a la instalaci¨®n del viejo fundador en su lar gallego. Pero si la ordenada sucesi¨®n de Fraga es condici¨®n necesaria para el afianzamiento de los objetivos adelantados por Aznar, no es condici¨®n suficiente.
Aznar dijo hace poco en televisi¨®n que los cambios iniciados en el PP se notar¨¢n mucho m¨¢s despu¨¦s de su definitiva confirmaci¨®n como presidente del partido. Sin embargo, la experiencia de Hern¨¢ndez Mancha demuestra que no basta con proclamar la voluntad de centrar el mensaje para que se disuelva la desconfianza del electorado moderado: ese segmento -tal vez tres o cuatro millones de potenciales votantes- que no se identifica con la izquierda, pero que considera que con los socialistas las cosas van razonablemente bien, sobre todo la econom¨ªa, y que, siendo contrario a cualquier radicalismo, ve con desconfianza las actitudes agresivas o de oposici¨®n sistem¨¢tica. En una palabra, ese sector del voto burgu¨¦s que en su d¨ªa aglutin¨® UCD y luego se ha dispersado entre el centrismo de Su¨¢rez y los nacionalismos y regionalismos moderados, cuando no ha ido a engrosar la abstenci¨®n.
En el Pa¨ªs Vasco, UCD sola obtuvo en 1979 casi el doble de votos que los conseguidos conjuntamente por el PP y el CDS en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas. Sin ser tan exagerados, los resultados de Catalu?a indican la misma tendencia. El desplazamiento hac¨ªa el PNV y CiU de buena parte del electorado moderado no nacionalista revela ante todo la ausencia de una oferta solvente desde ese campo. Pero un partido que aspire a convertirse en alternativa de poder no puede ocupar una posici¨®n marginal en dos territorios con tanta influencia en la vida pol¨ªtica nacional como Euskadi y Catalu?a. Con Fraga en el cartel resultaba imposible, pero tal vez ahora pueda el PP acreditar una l¨ªnea autonomista tan alejada de las emociones autodeterministas como de las nostalgias centralistas. Eso es centrar el mensaje.
Pero no s¨®lo eso. Un partido que aspira a la mayor¨ªa no puede aparecer como un grupo que, llegado el caso, elige lo que cree que le favorece como partido, aunque sea al precio de debilitar el sistema democr¨¢tico en su conjunto. Decir que lo mismo hacen los dem¨¢s puede ser cierto, pero no es un argumento, y en ese aspecto el equipo de Aznar parece v¨ªctima de un espejismo juvenil. No por gritar m¨¢s fuerte se es m¨¢s fuerte. Amagar, aunque fuera de broma, con retirarse de las elecciones o proclamar, tras los resultados, que hab¨ªa habido un "pucherazo" son actitudes que revelan inmadurez. Lo mismo que decir que se cortaba toda relaci¨®n con el Gobierno y su partido. Si el PSOE gan¨® en 1982 tantos votos de la burgues¨ªa moderada fue porque supo combinar la oposici¨®n a UCD con el pactismo en determinados terrenos, especialmente en el per¨ªodo de Calvo Sotelo. Afirmar que la nueva ley de educaci¨®n -de la que depende buena parte del futuro de este pa¨ªs- es rechazable porque no garantiza la libertad de elecci¨®n significa que esa independencia de que habla Aznar es todav¨ªa algo lejano, y que no son los intereses de los ciudadanos, sino los de algunos ciudadanos, los que se tienen en cuenta en primer lugar. Transformar el PP en un partido centrado, moderado e independiente es un excelente objetivo de los herederos de Fraga. Ahora s¨®lo les falta demostrar que es algo m¨¢s que un eslogan para un congreso.
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