La guerrilla mozambique?a rechaza el plan de paz norteamericano
El presidente de Mozambique, Joaquim Chissano, realiz¨® una visita oficial a Washington, donde fue recibido el martes por el presidente George Bush, mientras los rebeldes de la Resistencia Nacional Mozambique?a (Renamo) acaban de rechazar el plan estadounidense de paz para Mozambique, que implica, en su opini¨®n, el reconocimiento de la legitimidad del actual "Gobierno marxista de Maputo, de su Constituci¨®n y de sus leyes".
El Departamento de Estado norteamericano divulg¨®, a trav¨¦s de La Voz de Am¨¦rica, una "plataforma de siete puntos" cuya aceptaci¨®n considera "f¨¢cil" por las dos partes y que debiera permitir, a muy corto plazo, "reunirlas en la mesa de negociaciones", ya que las reformas pol¨ªticas y econ¨®micas en curso en la antigua colonia portuguesa del ?frica oriental corresponden a la casi totalidad de las exigencias formuladas por los rebeldes.El plan de paz estadounidense consagra la necesidad de una soluci¨®n pac¨ªfica y democr¨¢tica para la guerra civil mozambique?a; el cese de los ataques contra la poblaci¨®n civil; el respeto de las libertades de expresi¨®n, asociaci¨®n y participaci¨®n en la vida pol¨ªtica; la reconciliaci¨®n y la unidad nacional, y "el reconocimiento de la legitimidad de la Rep¨²blica de Mozambique, de su Constituci¨®n e instituciones".
Para la Renamo, este ¨²ltimo punto constituye la condici¨®n previa para la aceptaci¨®n por el Gobierno de Maputo de la apertura del di¨¢logo directo que los rebeldes quieren "de inmediato y sin precondiciones"
Desde la hist¨®rica iniciativa del fallecido presidente Samora Machel de firmar un acuerdo de paz con Sur¨¢frica, y acorralado por la guerra y una serie de cat¨¢strofes naturales que destruyeron por completo la econom¨ªa y las estructuras administrativas del Estado, el Gobierno mozambique?o y su partido, el Frente de Liberaci¨®n de Mozambique (Frelimo), en el poder desde la independencia, en 1975, ha ido "tan lejos cuanto era posible" en la aceptaci¨®n de las exigencias occidentales, y estadounidenses en particular. La diplomacia de Washington est¨¢ particularmente orgullosa del ¨¦xito alcanzado por esta perestroika tropical, que culmin¨® en el abandono del marxismo por el V Congreso del Frelimo, en julio de 1989, y la aprobaci¨®n de un anteproyecto de Constituci¨®n liberal.
Pero Washington descubre, tal vez demasiado tarde, que los combatientes de la libertad mozambique?os tienen objetivos propios, que no coinciden con los objetivos estrat¨¦gicos de la superpotencia del mundo libre: quieren el poder y est¨¢n decididos a seguir luchando hasta el derrumbe del Gobierno del Frelimo.
Un eventual fracaso de la primera visita oficial del presidente Chissano a Washington, puede abrir un precedente dram¨¢tico para todo el ?frica austral: en Angola, Namibia y, sobre todo, en Africa del Sur muchos nacionalistas negros pueden llegar a la conclusi¨®n de que "no vale la pena" optar por la moderaci¨®n, las negociaciones y la v¨ªa del consenso.
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