El ¨¦xito de tres pianistas

Tres pianistas acapararon protagonismo y ¨¦xito en los conciertos madrile?os de estos d¨ªas. Joaqu¨ªn Ach¨²carro no s¨®lo es nombre famoso sino verdadera garant¨ªa de calidad. Sus versiones de los Intermedios de Brahms y de los Estudios sinf¨®nicos de Schumann tuvieron ejemplaridad, de magisterio, gran aliento po¨¦tico y hondura de aut¨¦ntico m¨²sico. Lo es quien est¨¢ dispuesto a inaugurar emociones cada vez que interpreta una obra, as¨ª sea por mil¨¦sima vez. El nuevo triunfo del pianista bilba¨ªno en Madrid se complet¨® con la Sonata en si menor de Chopin.Mientras la interpretaba, fuimos a escuchar a Philippe Entremont, en la otra sala del Auditorio. Con la Orquesta de C¨¢mara de Viena y en doble funci¨®n de solista y director, toc¨® para el p¨²blico universitario de la Complutense el Concierto en mi bemol de Mozart con la elegancia de concepto, nitidez de juego y preciosismo de sonido. Los instrumentistas vieneses no tocaron Mozart: lo viven como algo natural.

Con la orquesta de c¨¢mara Saint Paul, que dirige Christopher Hogwood, casi un disidente de la m¨²sica antigua con la que se hizo famoso, vino el tercer pianista: John Kimura Parker, canadiense. Es un supersensible musical y ac¨²stico y sus versiones encierran el encanto de lo confidencial. Quiz¨¢ tal valor no se compadece del todo con el Concierto en re menor en el que Mozart pisa y hasta viola las fronteras ideales que lo separan de Beethoven. De Hogwood hay que destacar una serena y bien analizada Sinfon¨ªa n¨²mero 54 de Haydn y el estreno de Eros-piano, de John Adams, el c¨¦lebre autor de la ¨®pera Nixon en China. Es p¨¢gina sin mayor transcendencia pero de muy fina realizaci¨®n.