Una moci¨®n de censura en el Parlamento israel¨ª acaba con el Gobierno de Isaac Shamir

El Gobierno de Isaac Shamir cay¨® ayer al prosperar una moci¨®n de censura presentada en el Kneset (Parlamento) por el l¨ªder laborista, Sim¨®n Peres, en relaci¨®n con el Plan Baker de paz en Oriente Pr¨®ximo.La ausencia en la C¨¢mara de los cinco diputados del partido ortodoxo sefard¨ª, Shas, hizo caer al primer ministro y l¨ªder del conservador Likud por 60 votos en contra frente a 55 a favor. El resultado de la votaci¨®n asombr¨® a los propios laboristas. Los cinco parlamentarios del Shas abandonaron la C¨¢mara cinco minutos antes del voto por orden expresa de su l¨ªder espiritual, el rabino Ovadia Yossef.

A principios de la semana pr¨®xima, el presidente Jaim Herzog comenzar¨¢ las consultas y convocar¨¢ a los representantes de todos los grupos parlamentarios, y seguidamente encargar¨¢ la formaci¨®n del nuevo Gobierno a uno de los l¨ªderes de los dos grandes partidos pol¨ªticos: el Likud o el Laborista.

Es m¨¢s que probable que esta misi¨®n sea confiada a Sim¨®n Peres, presidente del Partido Laborista. El grupo parlamentario laborista es hoy m¨¢s numeroso que el grupo del Likud tras la deserci¨®n de cinco diputados de este ¨²ltimo partido para formar un grupo parlamentario distinto.

?Por qu¨¦ el rabino ha provocado la ca¨ªda de Shamir? Desde hace varios meses multiplicaba sus declaraciones contra la pol¨ªtica del Gobierno. Dec¨ªa abiertamente que prefer¨ªa la paz a los territorios ocupados. "La tierra de Israel es sagrada, pero las vidas humanas lo son a¨²n m¨¢s", sol¨ªa decir ante la estupefacci¨®n de muchos de sus fieles, jud¨ªos de origen marroqu¨ª, que desertaron del Likud en las ¨²ltimas elecciones para votar al Shas por respeto hacia el rabino Yossef.

A decir verdad, el rabino hizo lo imposible por alcanzar un compromiso entre el Likud y los laboristas con el fin de salvar o restaurar el Gobierno de uni¨®n nacional, pero Shamir no quer¨ªa comprometerse a dar el s¨ª al Plan Baker, como ped¨ªa el rabino, incluso tras una dilaci¨®n de varias semanas. Una buena parte de los ministros del Likud consultados se opusieron. Una vez m¨¢s, Shamir tuvo que escoger entre la unidad de su partido y el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo.

Tambi¨¦n Shamir ha preferido dar marcha atr¨¢s para no poner en peligro su liderazgo en el Likud. Su Gobierno ha ca¨ªdo y su prestigio est¨¢ por los suelos, Incluso dentro de su propio partido.