Democracia andorrana

Este pasado fin de semana he podido observar que en su peri¨®dico se recog¨ªan los problemas que se est¨¢n desarrollando en mi pa¨ªs a ra¨ªz del intento de legalizaci¨®n del primer sindicato andorrano (SAT). A quien desconozca la realidad en el Principado le parecer¨¢ a primera vista una falta de consideraci¨®n hacia los m¨¢s esenciales valores democr¨¢ticos. Sin embargo, esta observaci¨®n puede que peque de err¨®nea si omitimos el hecho de que Andorra carece actualmente de una verdadera separaci¨®n de poderes que imposibilita la creaci¨®n de una estructura jur¨ªdica moderna. La entrada de un grupo de presi¨®n de la magnitud de un sindicato puede alterar y restringir el ya por s¨ª limitado margen de maniobra de las autoridades.Muchos andorranos creemos que la ¨²nica salida a esta situaci¨®n s¨®lo puede pasar por un re-planteamiento previo de los ¨¢mbitos de poder entre copr¨ªncipes y Gobierno, andorrano que desemboque en un nuevo equilibrio institucional. Si esto no se produce, tampoco se podr¨¢ construir un sistema jur¨ªdico con garant¨ªas suficientes para ambas partes. Es, pues, conveniente que toda iniciativa del estilo del SAT deba esperar un prudente per¨ªodo de tiempo; de lo contrario no se tratar¨ªa de un paso m¨¢s hacia una sociedad mejor y m¨¢s democr¨¢tica, sino de una imposici¨®n pol¨ªtica extranjera.- Emilio Campos Arauz.