Promesas y entusiasmo
Mart¨ªnez Monta?¨¦s, Gregorio Hern¨¢ndez, SalzIllo, los grandes artistas imagineros; las grandes procesiones de Sevilla, Valladolid, Zamora, Murcia; la penitencla de Valmaseda, San Vicente de la Sonsierra, Valverde de la Vera; los tambores de Arag¨®n; las representaciones de Catalu?a; la teatralidad de Lorca y Puente Genil. Diferentes formas de entender lo mismo.En un extremo, los habitantes de Lorca (Murcia) rivalizan por conseguir m¨¢s color y grandeza en sus dos principales pasos: el Azul (Virgen de los Dolores) y el Blanco (Virgen de las Amarguras). Sesenta millones de presupuesto, alrededor de 4.000 figurantes, 200 caballos, el rey David y la reina de Saba, Nabucodonosor, Ner¨®n, Cleopatra, Tiberio, Vespaslano, 40.000 forasteros para verlo y contarlo, talleres de bordadoras trabajando casi todo el a?o para cuidar hasta el ¨²ltimo detalle cada traje, cada manto, cada estandarte, todos juntos para dar forma al gran desfile b¨ªblico-pasional del Viernes Santo. "As¨ª entendemos los lorquinos la muerte y resurrecci¨®n de Cristo, como un triunfo sobre el ate¨ªsmo; una explosi¨®n de entusiamo", coinciden en se?alar los presidentes de ambos pasos.
En el otro extremo, los picaos de San Vicente de la Sonsierra (localidad de 1.200 habitantes de La Rioja) fiagelan sus espaldas con madejas de lino hasta hacerse sangre, unos 30 hombres cada jueves y viernes santos. "Quienes lo ven desde fuera, nos mitifican e incluso malinterpretan", comenta Javier Fern¨¢ndez Mendoza, prior de la Cofrad¨ªa de la Santa Veracruz y los Disciplinantes. No explica demasiado: "Que nos respeten. Cada uno tenemos nuestros motivos: religi¨®n, costumbre. Detr¨¢s siempre suele haber una prornesa".
Unos 20.000 turistas acuden a verlos. Pero la evoluci¨®n de los tiempos no ha pasado en balde. Como hay sangre por medio, el temor al SIDA ha introducido sus retoques en el rito: desde el a?o pasado cada disciplinante tendr¨¢ su propia madeja. Los encargados de evitar la congesti¨®n de la sangre mediante peque?os cortes en la piel del penitente deben usar guantes desechables.
Insultos al Cristo
Algunos ritos atraviesan situaciones cr¨ªticas por la afluencia masiva de forasteros que los ven desde fuera y no los entienden. Pedro Belmar, catedr¨¢tico de filosoflia del instituto de bachillerato Fernando Z¨®bel, de Cuenca, se?ala el peligroso deterioro que ha sufrido en los ¨²ltimos a?os la procesi¨®n de las Turbas (mal llamada de los borrachos) en Cuenca, donde se insulta en la madrugada del Viernes Santo a Jes¨²s y San Juan dieci¨¦ndoles frases como: "Hasta el a?o que viene, cabr¨®n, si t¨² quieres".
En ella participan unos 3.000 turbos. "Antes, sin embargo, era algo minoritario que representaba la carga negativa de la sociedad. El rito se desvirt¨²a con la masificaci¨®n. La parte negativa es ahora una muchedumbre, que desde 1975 se ha llenado de elementos extra?os, de punks incluso, con el peligro de que al pueblo conquense se le escape la tradici¨®n de las manos".
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