Una ducha de sangre
Hitchcock habl¨® a Truffaut de las bambalinas de Psicosis, su m¨¢s terror¨ªfica obra. Y hay una observaci¨®n suya que merece la pena recordar. Dijo: "Una periodista inglesa asegura que Psicosis es el filme de un b¨¢rbaro sofisticado, y quiz¨¢ es verdad". Lo es.La elaboraci¨®n de esta pel¨ªcula es un experimento fascinante de manipulaci¨®n en sentido noble, un juego limpio con las emociones primordiales del miedo humano. Dijo Hitchcock: "Dirig¨ª a los espectadores, como si tocara un ¨®rgano. Utilic¨¦ la c¨¢mara para desviar su atenci¨®n y que la secuencia (de la ducha de Janet Leigh) resultara imprevisible. El rodaje de esta secuencia dur¨® 7 d¨ªas, tuvimos que realizar 70 posiciones de c¨¢mara para obtener 45 segundos de pel¨ªcula. Es la escena m¨¢s violenta del filme, pero todo lo que viene despu¨¦s, aunque menos violento, est¨¢ condicionado por el recuerdo de esta escena y se hace angustioso".
No hay apenas nada que a?adir a esta penetrante disecci¨®n del terrible juego, hecha por el propio jugador, convertido en cirujano de su trampa (de nuevo, trampa en sentido noble: enga?o como ficci¨®n). Hitchcock emplea la palabra truco. Este consiste en impedir que el espectador, aun vi¨¦ndola venir, prevea dicha escena en un aspecto peculiar¨ªsimo: a medida que se acerca la ducha de sangre se intuye qu¨¦ va a ocurrir en ella, pero cegados por ese presentimiento, no tenemos posibilidad alguna de extraer un indicio de c¨®mo va a ocurrir lo que ocurre.
Y a partir de ah¨ª, nuestra mirada, aterrada y replegada hacia detr¨¢s de s¨ª misma, hacia nuestros temores m¨¢s remotos e ingobernables, es guiada d¨®cilmente por su diab¨®lico conductor, que nos tensa y nos crispa cuando y como quiere, poni¨¦ndonos al borde del grito mediante una simple pisada sobre la moqueta de una escalera. La resaca del mazazo inicial de Psicosis gravita sobre el resto del filme y hace que hasta una simple caricia alerte las antenas m¨¢s veloces de nuestras defensas, de manera que ¨¦stas, desorientadas, nos hunden encogidos en la butaca y nos hacen sentir que es el de Hitchcock un juego intolerable, maligno, incluso diab¨®lico, pero en definitiva genial, con los fr¨¢giles vaivenes de nuestras emociones: una exploraci¨®n prodigiosa en el mal concebido como gozo.
Psicosis se emite hoy a las 22.25 por TVE-1
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