Hugo igual¨® el r¨¦cord de Zarra

El f¨²tbol no es un deporte apropiado para hacer coincidir aquello que es susceptible de planificaci¨®n, en este caso una fiesta fin de curso, con lo que pueda acontecer en los l¨ªmites del terreno de juego. Siempre hay un rival de por medio en estos casos e, indudablemente, un ¨¢rbitro. Existe tambi¨¦n un per¨ªodo de tiempo que abre camino a todo aquello que pueda ser aleatorio. Sin embargo, ayer, la aficI¨®n madridista pudo disfrutar de una noche emotiva aunque no emocionante, en la que los tres goles de Hugo resultaron ser un inesperado pero brillante broche final. Hugo aguarda con un arsenal de tres goles de diferencia a lo que haga, el austriaco Rodax -ayer no marc¨®- en los dos partidos que le restan, en esa competencia oficiosa por la Bota de Oro. Hugo, finalmente, igual¨® la marca de los 38 goles de Telmo Zarra en una temporada, motivo de doble satisf¨¢cci¨®n para los cl¨¢sicos, que recoriocen el m¨¦rito gimn¨¢stico de? mexicano pero no desean que desaparezca la referencia racial del legendario delantero vasco.Pero para que la celebraci¨®n fuera tan perfecta fue necesarlo que mediara una pugna interesante entre los jugadores madridistas. Saltaron estos al campo con la carpeta de asuntos pendientes bajo el brazo y no fue dif¨ªcil consignar que tuvieron prioridad dos argumentos, las aspiraciones goleadoras de Hugo S¨¢nchez y la necesidad de refrendo de Mart¨ªn V¨¢zquez, vituperado inicialmente por el sector radical del madridismo. En la gesti¨®n de ambos asuntos deb¨ªa mediar, necesariamente, el Oviedo.

El Oviedo empez¨® bien, pero acab¨® mal. Empez¨® marcando y termino recibiendo. Incluso cuando se produjo la sustituci¨®n del titular, Zubeldia, por el suplente Heres, ya con el marcador definitivo, hubo quien sospecho que el equipo asturiano hab¨ªa decidido, colaborar en el festejo. Finalmente, Heres, en mod¨¦lica estirada, frustr¨® un remate de Hugo cargado de connotaciones. no super¨® a Zarra por culpa de Heres,an¨¦cdota tan aparentemente relevante com oef¨ªmera.

Por tanto, fueron los goles de Hugo los que terminaron por dar argumento al partido, a lo que se entreg¨® el equipo, que busc¨® al goleador con obsesi¨®n, y la afici¨®n, que se olvid¨® por completo de Mart¨ªn V¨¢zquez. Tambi¨¦n colabor¨® el Oviedo, que encontr¨® justificaci¨®n a una defensa in¨²til. y el guardameta Heres, que salvaguard¨® el prestigo de Zarra.