Tortura
El intento de conseguir que el caso Naseiro se convierta en el caso Manglano responde al deseo de nuestra vieja y nueva derecha de que les respeten el estatuto de intocable. Se quiere presentar al juez valenciano como un torturador insensible, incapaz de asumir que la piel del se?or Palop no estaba hecha para incomunicaciones e interrogatorios exhaustivos, a diferencia de la piel de la minor¨ªa natural a la que estaba destinada en principio la ley antiterrorista. La piel de etarra o grapo, o la del Nani, s¨ª est¨¢n preparadas para la tortura psicol¨®gica o para la otra. Y aun en el caso de los etarras la represi¨®n que reciben se convierte en gas¨®leo para sus motores, pero todos los Nanis que han pasado por la ley antiterrorista no han tenido quien les escriba y a veces ni siquiera quien los entierre.Las declaraciones del abogado del se?or Palop son casi tan,llamativas como las de su psiquiatra. A pesar de su largo ejercicio de 30 a?os de profesional, el correoso abogado "nunca ha visto a un cliente tan destrozado". Sin duda, hasta ahora el se?or abogado ha tenido mucha suerte con sus clientes. Y el psiquiatra ha sorprendido a la clac de la derecha al decirle que cuando a uno le detienen, le incomunican y le interrogan largamente, lo pasa muy mal aunque le ofrezcan un bocadillo de tortilla. ?Constar¨¢ tal estado de ¨¢nimo como atenuante? ?Podr¨ªa prefigurarse el atenuante de estado transitorio de derribo espiritual? ?Alguna vez en el pasado antldemocr¨¢tico o en el presente democr¨¢tico se ha tenido en cuenta que el detenido estaba bajo el s¨ªndrome de detenido?
Al parecer, las leyes est¨¢n escritas para pieles curtidas, y por eso las clases populares tradicionalmente han huido como de la peste de jueces y polic¨ªas. En cambio, las gentes con posibles siempre han tenido jueces sentados a sus mesas, polic¨ªas en sus n¨®minas y psiquiatras para que les ayudaran a aceptarse tal como eran. El juez Manglano les ha despeinado la moral.
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