Mon¨®logos

La danza moderna tiene (hist¨®ricamente y a¨²n hoy) dos fuentes de evoluci¨®n: la b¨²squeda de una expresi¨®n personal y la investigaci¨®n objetiva de la relaci¨®n entre forma y expresi¨®n en el ¨¢mbito del movimiento. Por eso cuando sale un creador en quien se reconoce la decisi¨®n de zambullirse en la fuente de la expresi¨®n propia, se le saluda como un acontecimiento. Es el caso de M¨®nica Valenciano -la joven core¨®grafa canaria que present¨® el martes su primer espect¨¢culo, ?A¨²pa!- aunque se pueda opinar que a sus cinco solos les falta elaboraci¨®n o que dif¨ªcilmente puedan constituir en su estadio actual un espect¨¢culo completo, con sus escasos 40 minutos de duraci¨®n.El movimiento de Valenciano es golpeado, sacudido, a menudo violento; siempre va de dentro a fuera, como reacionando a golpes, y las extremidades -incluyendo el soporte de las piernas- caen como pueden como consecuencia del impulso inicial. El informalismo es total, pero la riqueza de posibilidades que abre es muy amplia. No juega con la repetici¨®n como truco ni explota las im¨¢genes como sustitutivo del movimiento, pero va creando secuencias peculiares que cobran vida y generan im¨¢genes visuales que permanecen.