La ¨²ltima guerra india

Los indios mohawks est¨¢n en pie de guerra. Esta vez los enemigos no son los casacas rojas de la Polic¨ªa Montada del Canad¨¢ ni los casacas azules del S¨¦ptimo de Caballer¨ªa. La ilegalizaci¨®n del juego y la clausura de varios casinos situados en su reserva ha provocado una guerra de intereses que ha terminado en el enfrentamiento mortal entre varios miembros de la tribu. Pese a la intervenci¨®n oficial, los vientos de guerra contin¨²an soplando sobre las tierras mohawks, cuyas posesiones se extienden a ambos lados de la frontera norteamericano-canadiense, a orillas del r¨ªo San Lorenzo.

La reserva de los indios mohawks, situada al norte del Estado de Nueva York, era hasta hace poco una zona tranquila donde las autoridades locales hac¨ªan la vista gorda ante la proliferaci¨®n de bingos, mesas de juego y tragaperras.El juego est¨¢ considerado ilegal en Nueva York y los problemas comenzaron para los mohawks cuando el Gobierno estatal de Albany alter¨® esa permisividad y orden¨® el cierre de los establecimientos, poniendo fin as¨ª a un periodo de tolerancia en el que los negocios ilegales formaban parte de la econom¨ªa local desde comienzos de siglo.

Los casinos de la zona, situados en la localidad de St. Regis eran una atracci¨®n tur¨ªstica para los neoyorquinos de fin de semana y para los canadienses que deseaban cruzar la frontera para. gastarse unos d¨®lares.

Mafia india

Los casinos transformaron la vida de los mohawks y no s¨®lo, porque unos 800 miembros de la tribu trabajan en esos establecimientos, sino porque el juego trajo, consigo el contrabando, el dinero f¨¢cil, la violencia y los problemas, casi siempre relacionados con un grupo a los que se denomina indian mafia.El anuncio oficial de cierre de los casinos provoc¨® la irritaci¨®n de esa mafia india y las disputas con los miembros de la tribu que se mostraron a favor de esa medida terminaron en guerra, la ¨²ltima guerra india.

La generalizaci¨®n del conflicto, en el que se han registrado batallas campales con armas autom¨¢ticas y numerosas palizas, ha puesto en estado de alerta a las polic¨ªas de ambos lados de la frontera.

Hace una semana, el gobernador de Nueva York, Mario Cuomo, destac¨® a varias compa?¨ªas de la polic¨ªa estatal, los troopers, para mantener el orden, mientras varias compa?¨ªas militares canadienses eran desplazadas igualmente a la zona canadiense de la reserva mohawk con la orden de intervenir en cuanto fuera necesario.

El momento m¨¢s dram¨¢tico de esta disputa, en la que unos pocos indios intentaron romper los cercos y barreras colocadas en las puertas de algunos de los locales de gambling (juego), se registr¨® hace una semana.

La primera de las dos v¨ªctimas mortales de esta guerra fue Matthew Ty Pyke, uno de los miembros m¨¢s activos del grupo antijuego. Pyke muri¨® a consecuencia de un disparo efectuado con un fusil de asalto AK-47.

Desde la muerte de Pyke las disputas y los disparos continuaron entre los partidarios y opositores del l¨ªder fallecido hasta que los troopers decidieron intervenir en la refriega controlando toda la zona. Los responsables de uno de los grupos involucrados en esta controvertida pol¨¦mica, la Sociedad de Guerreros, niega tener nada que ver con la muerte de Pyke, a pesar de que algunos de sus miembros se hallen sometidos a una investigaci¨®n criminal que pretende esclarecer las dos muertes que se han producido hasta la fecha.

Como todas las tribus indias, los mohawks est¨¢n considerados por Washington como naci¨®n independiente, gobernada por sus propias leyes y su propio consejo de jefes.

Los mohawks, cuyas posesiones se encuentran situadas a ambas orillas del r¨ªo San Lorenzo, a lo largo de la frontera pol¨ªtica entre Estados Unidos y Canad¨¢, viven en su propio mundo.

Estos d¨ªas el territorio mohawk sigue en pie de guerra, aunque la situaci¨®n est¨¢ controlada. Mario Cuomo, el gobernador dem¨®crata del Estado, cree que para garantizar la tranquiladad de esta reserva ser¨¢ necesario crear una polic¨ªa ind¨ªgena como las que ya existen en otras reservas indias de Arizona o Nuevo M¨¦xico.

La cuesti¨®n que se plantea ahora es cual ser¨ªa la jurisdicci¨®n de esa nueva polic¨ªa. Los mohawks se mueven libremente a una y otra orilla del r¨ªo San Lorenzo, y cualquier acci¨®n policial en Canad¨¢, el territorio Akwesasne, en lengua mohawk, ser¨ªa, por tanto, ilegal.