Lo contrario del toreo al rev¨¦s
Jos¨¦ Luis Palomar le carg¨® la suerte al primer toro y por el tendido comentaban que estaba toreando al rev¨¦s. Depende de c¨®mo se mire, claro. Si el toreo se entiende al contrario de lo que dictan los c¨¢nones de la tauromaquia, pues s¨ª, estaba toreando al rev¨¦s. La mayor¨ªa de la gente, eso del toreo al rev¨¦s o al derecho ni se lo plantea, porque al rev¨¦s torea casi todo el mundo, mientras al derecho no ha visto torear nunca jam¨¢s. Por eso cuando un torero va y torea por derecho, se cree que est¨¢ toreando al rev¨¦s. Naturalmente no tiene raz¨®n, ya que el toreo no es al rev¨¦s del derecho sino al contrario del rev¨¦s. No s¨¦ si me explico.La confusi¨®n se ha ense?oreado del p¨²blico de tal manera, que con la entrada le deber¨ªan regalar planos explicativos de lo que es el toreo al derecho y al rev¨¦s. A partir de hoy y sin soluci¨®n de continuidad hasta que termine la feria, se har¨¢n presentes en la arena numerosos diestros que toreando al rev¨¦s obtendr¨¢n triunfos apote¨®sicos. De uno de estos ya dicen determinados taurinos y aficionados de toda la vida que les recuerda a Juan Belmonte. Cada cual est¨¢ en su derecho de opinar seg¨²n le plazca, desde luego, pero una continenda verbal ser¨ªa de agradecer cuando se emiten opiniones de semejante naturaleza, pues los nuevos aficionados podr¨ªan creer que Juan Belmonte toreaba al rev¨¦s, ?y hasta ah¨ª podr¨ªamos llegar! Juan Belmonte, para empezar, no citaba tumbado, para seguir no escond¨ªa atr¨¢s la pierna, para terminar no le met¨ªa al toro el pico de la muleta y lo largaba a Barcelona (excepto si estaba en Barcelona, que tambi¨¦n se dio el caso). Antes al contrario, citaba erguido, presentaba adelante la muleta, al embroque adelantaba la pierna, embarcaba reunido y vaciaba atr¨¢s... Es un toreo que han intentado miles de diestros a lo largo de setenta y tantos a?os, con diversa fortuna, porque su ejecuci¨®n resulta muy peligrosa y dif¨ªcil.
Murteira / Palomar, Campuzano, Castillo
Toros de Murteira Grave, con cuajo y bien armados, varios flojos, de feo estilo excepto 1?. Jos¨¦ Luis Palomar. pinchazo en la suerte de recibir, otro perdiendo la muleta y estocada corta trasera descaradamente baja (aplausos y tambi¨¦n pitos cuando saluda); pinchazo hondo trasero (palmas y tambi¨¦n pitos cuando saluda). Tom¨¢s Campuzano: estocada ladeada y descabello (silencio); pinchazo hondo ladeado y descabello (divisi¨®n y tambi¨¦n protestas cuando sale a saludar). Pedro Castillo: pinchazo y bajonazo descarado (silencio); tres pinchazos y estocada corta delantera baja (silencio). Plaza de Las Ventas, 13 de mayo. Cuarta corrida de feria. Lleno de "no hay billetes".
Uno de ellos, sin ir m¨¢s lejos, Jos¨¦ Luis Palomar ayer, en el primer toro. Jos¨¦ Luis Palomar cuaj¨® con la t¨¦cnica del toreo por derecho varios muletazos, y si no redonde¨® faena a pesar de que el toro era noble, eso se le carga en su cuenta. Pero puestos a comparar faenas redondas haciendo el toreo al rev¨¦s con cuadradas haci¨¦ndolo al contrario del rev¨¦s las ¨²ltimas tienen mayor m¨¦rito De entrada, en estas el torero presenta al riesgo de pitonazo cruento lo m¨¢s sensible de su persona -incluido lo del d¨ªa de la boda-, mientras en aquellas el torero presenta lo del lado opuesto. Y despu¨¦s, lo de parar-templar-mandar.
El cuarto, de impresionante trap¨ªo, apenas embest¨ªa y a ese ni Belmonte le hubiera pegado pases. Desde el burladero un pe¨®n apuntaba a Palomar lo que deb¨ªa hacer. "?Qu¨¦ dices?", preguntaba Palomar. Y el pe¨®n: "?Oonelaaalearnanoyeaoargo!". Se acerc¨® Palomar al burladero y pudo entender al pe¨®n, que gritaba "?P¨®nsela, b¨¢jale la mano, ll¨¦valo largo!". Lo hizo, y se cay¨® el toro. Se volvi¨® furioso: "?Te das cuenta de por qu¨¦ no le bajaba la mano?". Si Belmonte llega a escuchar ese di¨¢logo, le habr¨ªa parecido surrealista. A buenas horas iba a consentir Belmonte que un pe¨®n le dictara la faena.
Los restantes toros acabaron hechos unos mulos, en el peor sentido de la acepci¨®n: no embest¨ªan, pegaban tornillazos. Pedro Castillo, que banderille¨® a los suyos con escaso acierto, les porfi¨® voluntarioso. Tom¨¢s Campuzano, por el estilo, y al quinto le peg¨® habilidosamente la media docena de pases que consinti¨® el toro. Lo hizo en la m¨¢s pura t¨¦cnica del toreo al rev¨¦s, y fue muy celebrado pues gran parte del p¨²blico ten¨ªa el convencimiento de que ese era el toreo al contrario del rev¨¦s y viendo a Campuzano se le representaba Belmonte; s¨®lo que tres cuartas m¨¢s alto, m¨¢s macizo y m¨¢s guapet¨®n. O sea, bastante mejorado.
Babelia
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