Sefarad 92 quiere resucitar la Escuela de Traductores de Toledo
El a?o 1992 puede marcar el intento de revitalizaci¨®n de uno de los episodios culturales m¨¢s gloriosos de la historia de Espa?a, la Escuela de Traductores de Toledo. Dos proyectos se disputan el honor de la tarea: el del Comit¨¦ Internacional Jud¨ªo Sefarad 92, a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Amigos de Sefarad, y el de la UNESCO. El primero se present¨® en sociedad el 24 de abril y con un presupuesto entre 2000 y 3000 millones anuales durante siete u ocho a?os, pretende impulsar una serie de actividades culturales y docentes que ayuden a recuperar la memoria de aquel per¨ªodo hist¨®rico, cuando bajo Alfonso X el Sabio se desarroll¨® un clima de tolerancia e investigaci¨®n. El segundo lo presentar¨¢ el 13 de junio, en Toledo, el director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza."Me parece que el protagonismo de la resurrecci¨®n de la Escuela de Traductores debe ser de Espa?a", dice Mauricio Hatchwell Toledano, presidente del Comit¨¦ Internacional Jud¨ªo Sefarad 92 "La UNESCO podr¨ªa colaborar a partes iguales con nosotros, con el Quinto Centenario, la Junta de Castilla-La Mancha, la Universidad castellano-manchega, y el Ayuntamiento de Toledo. Espa?a es un pa¨ªs desarrollado, y no necesita que la UNESCO protagonice una empresa as¨ª".
Para Hatchwell, la palabra clave en su proyecto es tolerancia. "Se trata de recobrar aquel clima del Toledo de Alfonso X cuando sin importar la religi¨®n grupos de sabios tra¨ªan a Espa?a la cultura mundial: los jud¨ªos eran all¨ª veh¨ªculos de ese impulso. Ahora s¨®lo hay un esp¨ªritu semejante en las universidades de Estados Unidos, donde a nadie se le pregunta por la procedencia, con tal de que tenga algo que aportar. Lo que nosotros perseguimos es una interacci¨®n entre las culturas jud¨ªa, cristiana y musulmana. La idea es que la Escuela tuviera centros asociados en Fez, Cairo, Estambul y Jerusal¨¦n".
Como presidente del Comit¨¦ Internacional Jud¨ªo Sefarad 92 Maurico Hatchwell se ha entrevistado con personalidades como Hassan II o Jack Lang, ministro de Cultura franc¨¦s. "Ambos comprendieron bien el esp¨ªritu del proyecto, y tambi¨¦n hemos contactado con turcos y egipcios, y quisi¨¦ramos hacerlo con universitarios de otros pa¨ªses musulmanes".
Para 1991 Hatchwell baraja numerosas iniciativas: ciclo sobre Sefarad con la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, monumento a la Tolerancia realizado en Sevilla por Eduardo Chillida, inauguraci¨®n en los Reales Alc¨¢zares de una casa-museo sobre la aportaci¨®n jud¨ªa al Descubrimiento, simposio sobre las Tres Culturas en Madrid, congreso sobre arquitectura en Barcelona dirigido por Ricardo Bofill, edici¨®n facs¨ªmil de la Biblia sefard¨ª de Ferrara, actos en las capitales latinoamericanas sobre la presencia de los jud¨ªos espa?oles en el Nuevo Mundo, congreso de escritores sefard¨ªes con la participaci¨®n de El¨ªas Canetti, Bernard-Henry L¨¦vy o Jacques Attali, simposios sobre medicina judeoespa?ola con especialistas como Jasmin o Berdugo, sobre el fanatismo y sus ra¨ªces a cargo de Elie Wiesel, adem¨¢s, y de un congreso mundial de Astronom¨ªa. "La astronom¨ªa", se?ala Hatchwell, fue fundada en Espa?a por jud¨ªos y musulmanes, y en los mapas de la NASA aparecen tres cr¨¢teres cuyos nombres homenajean a lbn Ezra, Le¨®n el Hebreo y Abraham Zacuto, el creador del astrolabio.
Tambi¨¦n tiene el Comit¨¦ proyectos de elaboraci¨®n de rutas tur¨ªsticas que abarquen la Espa?a jud¨ªa, y de publicaci¨®n de una gu¨ªa gastron¨®mica con recetas originales de la ¨¦poca. "El cocido, surgido en Espa?a, sigue siendo, aun sin carne de cerdo, plato del s¨¢bado para los jud¨ªos.
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