Burritos calientes
En diciembre de 1968 Gram Parsons encontr¨® salida a la crisis que le acuciaba despu¨¦s de la disoluci¨®n de The Byrds y de sus tormentosas relaciones con los Rolling Stones. Revitaliz¨® una banda de country rock pr¨¢cticamente desconocida llamada The Flying Burrito, Brothers y grab¨¦ con ellos discos memorables. De esa legendaria etapa s¨®lo permanece en la formaci¨®n de los Burritos que ha visitado ahora nuestro pa¨ªs Sneaky Pete Kleinow, uno de los mejores int¨¦rpretes de pedal steel guitar de todos los tiempos. Tambi¨¦n ha permanecido el esp¨ªritu del malogrado Parsons: su forma de entender el country y de realizarlo estaba basada en el calor de los m¨²sicos y en su destreza instrumental.Los cinco miembros actuales de los Flying Burrito, subieron al escenario de la madrile?a sala J¨¢cara de forma silenciosa. Hab¨ªan pasado casi 20 a?os desde su primera y ¨²nica visita a Madrid. Revisaron sus amplificadores y saludaron t¨ªmidamente al escaso p¨²blico que se hab¨ªa reunido para verles. Rogaron amablemente que se quitase la m¨²sica de baile, que hasta ese momento sonaba en la discoteca y, con la misma naturalidad con que toman una cerveza Dos X en un bar californiano de carretera, comenzaron su actuaci¨®n con un tema firmado hace m¨¢s de, 20 a?os por Chris HilIman y Gram Parsons: Christine tune.
FIying Burrito Brothers
Sneaky Pete Kleinow (pedal steel guitar), Gib Guilbeau (voz, viol¨ªn y guitarra), John Beland (voz y guitarra), Larry Patton (voz y bajo), Rick Lanow (bater¨ªa y coros). Sala J¨¢cara. 1.000 personas. Precio: 1.800 pesetas. Madrid, 29 de mayo.
Durante las casi dos horas que dur¨® su actuaci¨®n el sonido fue magn¨ªfico. El volumen prudente, la bater¨ªa manteniendo el ritmo desde un segundo plano, tres voces perfectas alternando sus posiciones con toda naturalidad y, por supuesto, el feeling de dos cl¨¢sicos de la m¨²sica norteamericana. Sneaky Pete Kleinow y Gib Guilbeau, en sus respectivos papeles de guitarra de pedal y violinista, dando una lecci¨®n de naturalidad y clase. La versi¨®n 1990 de los Flying Burrito Brothers fabrica un country maduro, muy bien realizado a nivel t¨¦cnico y dotado de la pasi¨®n necesaria como para enganchar a tres generaciones.
A su facilidad instrumental y vocal es necesario a?adir un repertorio de ensue?o: desde temas firmados por Bob Dylan en la versi¨®n de The Byrds (My back pages) a canciones de Jagger y Richards (Wild horses).
Babelia
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