De la madrugada a la tarde

Claude Lanzmann, el director franc¨¦s de la monumental pel¨ªcula Shoah, de nueve horas y media de duraci¨®n, sobre el aniquilamiento de jud¨ªos en campos de exterminio situados en Polonia, dijo ayer en Madrid que su obra f¨ªlmica arroja luz sobre aquellos cruentos hechos. "Se trata de resucitar a los jud¨ªos [pero sin hacerlos revivir] para matarlos por segunda vez y que ahora todos muramos con ellos", explic¨® el cineasta.

En la sede de la Filmoteca Espa?ola, en el cine Dor¨¦, se exhibi¨® ayer la primera parte de Shoah que en hebreo quiere decir "holocausto". Esta tarde termina la exhibici¨®n en la misma sala, que ser¨¢ seguida de un coloquio con el director, a las 12 y media de la noche.Televisi¨®n Espa?ola program¨® Shoah (Holocausto) a principios de este a?o en su espacio Filmoteca del martes, a la una de la madrugada y a lo largo de cuatro semanas. Esta decisi¨®n provoc¨® la airada respuesta de Lanzmann, quien la califica de "una forma de censura". La pel¨ªcula ha podido ser vista ahora nuevamente por los madrile?os a una hora m¨¢s temprana y en dos sesiones que la presentan menos troceada. Shoah se exhibi¨® ya en Madrid en junio de 1988 (tres a?os despu¨¦s de ser terminada), en una sala comercial.

Lanzmann, de 64 a?os, insisti¨® en se?alar que ning¨²n responsable de Televisi¨®n Espa?ola ha vuelto tomar contacto con ¨¦l "ni siquiera para disculparse".

El director indic¨® que el rodaje de Shoah fue una experiencia de muerte: "Hablaba en otro tono, como si mi voz viniera de ultratumba", recuerda.

Antisemitas

El nuevo brote antisemita surgido hace pocas semanas en Francia y otros pa¨ªses europeos, a ra¨ªz de la profanaci¨®n de tumbas de cementerios jud¨ªos, ha renovado el inter¨¦s hacia Shoah. Francia la repone en estos d¨ªas en sus carteleras cinematogr¨¢ficas. "La profanaci¨®n de las tumbas del cementerio jud¨ªo de Carpentras marc¨® un cambio. Fue un acto con un odio extraordinario. Mataron a los muertos por segunda vez por la rabia de no poder matar a los vivos", afirm¨® Lanzmann.El director Claude Lanzmann invirti¨® diez a?os de su vida, entre 1976 y 1985, para montar este proyecto que le obsesiona todav¨ªa. Junto a su equipo, emple¨® cuatro a?os y medio en montar las 350 horas de testimonios recogidos.

Shoah muestra por primera vez a ex funcionarios alemanes que relatan paso a paso las t¨¦cnicas de aniquilaci¨®n que emplearon en los campos de exterminio para acabar con los jud¨ªos, durante los a?os de la Segunda Guerra Mundial.

El director, que sigui¨® meticulosamente la pista de los verdugos supervivientes hasta dar con ellos, utiliz¨® una c¨¢mara oculta en una bolsa para grabar estos testimonios. Y se hizo pasar por un circunspecto profesor de historia para obtener la confianza de tales sujetos.

La pel¨ªcula recoge tambi¨¦n las versiones, escalofriantes a veces, de jud¨ªos que sobrevivieron a la persecuci¨®n alemana. "Ellos estaban destinados a morir tambi¨¦n y en cierta forma han muerto. Los escog¨ª porque fueron testigos directos de la muerte de su pueblo y no por que hubieran sido capaces de sobrevivir".

Los campesinos polacos que viv¨ªan en las proximidades de los campos de exterminio tambi¨¦n entregan su testimonio.

Lanzmann asegura que su pel¨ªcula no reproduce documentales de archivo ni fotograf¨ªas de la ¨¦poca. "Shoah es una pel¨ªcula que aprende de su propia memoria. Es una encarnaci¨®n", afirma.

El cineasta, que comenz¨® su carrera cinematogr¨¢fica en 1972 con la pel¨ªcula Por qu¨¦ Israel (sobre la cuesti¨®n sionista), es actualmente el director de la revista Les temps modernes, la publicaci¨®n que animaron Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir en la posguerra. Pero no quiso responder a preguntas sobre la escritora francesa: "Yo he venido aqu¨ª para hablar de mi pel¨ªcula".

Shoah se ha exhibido por televisi¨®n en todos los pa¨ªses europeos. En Israel la vieron 300.000 personas en el cine y ser¨¢ emitida por televisi¨®n el pr¨®ximo a?o. Este pa¨ªs solamente colabor¨® "con una muy peque?a parte del presupuesto", que el director estima en 650 millones de pesetas.