Ayudas comunitarias
Los barcos paralizados por esta crisis temporal, tras el cierre de los caladeros de Namibia, reciben de la CE el 40% de la ayuda que necesitan, y del Estado espa?ol el 60% restante. Los gastos de amarre son altos y pueden alcanzar el medio mill¨®n de pesetas diarias. Y los trabajadores, que prefieren no calificar de paro los efectos del cierre circunstancial de un caladero, recibir¨¢n del Estado durante los cuatro pr¨®ximos meses 82.000 pesetas mensuales, seg¨²n acord¨® el Consejo de Ministros del pasado d¨ªa 1. Esto no es obviamente una soluci¨®n, sino un parcheo. La soluci¨®n es m¨¢s compleja, y sobre ella no se ponen de acuerdo los sectores.El axioma si faltan caladeros, sobran barcos aconsejar¨ªa descongestionar la flota, prescindiendo de algunos de sus barcos.
Existen caladeros alternativos en ¨¢reas como las Georgias, el Atl¨¢ntico suroccidental, Alaska, el Indico, Ocean¨ªa..., pero la Secretar¨ªa General de Pesca Mar¨ªtima deber¨ªa estimular las prospecciones. Y existen novedades tecnol¨®gicas que permiten la pesca, fuera de las 200 millas, a profundidades superiores a los 1.200 metros, como vienen haciendo flotas de menor consistencia que la gallega, aunque al parecer con mayor capacidad de iniciativa. Pero ah¨ª es tambi¨¦n exigible la ayuda de la Administraci¨®n, de cuya sensibilidad pesquera dudan con apasionada unanimidad todos los armadores de Vigo.
Control n¨®rdico
El desinter¨¦s de Bruselas por la industria pesquera propia obedecer¨ªa al hecho de que, antes del ingreso de Espa?a y Portugal, los pa¨ªses n¨®rdicos controlaban el comercio europeo de prote¨ªnas de origen marino y desean seguir control¨¢ndolo. La CE est¨¢ acostumbrada a comprar al mejor precio y no al de un pa¨ªs miembro, protegido te¨®ricamente frente a terceros por una cl¨¢usula de salvaguardia que a favor de Espa?a no se aplica nunca.
La Europa azul no permite que Espa?a negocie directamente con Argentina acuerdos bilaterales de pesca, mientras por solidaridad con ese pa¨ªs latinoamericano Espa?a impide que Bruselas negocie sobre los caladeros de las Malvinas con el Reino Unido. A Londres fueron hace cuatro a?os los armadores gallegos en viaje semiclaridestino para tratar directamente con el Foreign. Office y el Gobierno malvino unas licencias de pesca que se van reduciendo espectacularmente cada a?o.
Un ejemplo claro de la imprevisi¨®n de estos armadores puede ser la tard¨ªa visita que hicieron a Namibia, entre los d¨ªas 18 y 23 del pasado febrero, v¨ªsperas ya de la independencia, para arrancar, a cambio de algunas concesiones, un acuerdo transitorio al Gobierno nominado. Se ofrec¨ªa empleo a bordo de mano de obra namibia, desembarco de capturas en puerto namibio para consumo de la poblaci¨®n, compensaci¨®n econ¨®mica por las capturas de cada barco..., pero s¨®lo faltaban cinco semanas para el 31 de marzo, y el nominado Gobierno de Sam Nujoma prefiri¨® no responder.
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