Franklyn: "La guerra ha terminado"
El l¨ªder de los rebeldes antisandinistas asegura que la desmovilizaci¨®n ser¨¢ completa
Israel Galeano, Comandante Franklyn, era un desconocido que se jugaba diariamente la vida en el Interior de Nicaragua cuando la Contra estaba dirigida por pol¨ªticos con despachos en Miami y jugosos sueldos en d¨®lares. La historia ha venido, al menos, a realizar la justicia de que, en el momento de la reconciliaci¨®n nacional, la Resistencia Nicarag¨¹ense (RN) est¨¦ en manos de un campesino de ideario. elemental y probada capacidad de sacrificio. Al cumplirse el plazo acordado para el desarme de los rebeldes, Franklyn asegura: "La guerra ha terminado".
Franklyn cumplir¨¢ 30 a?os el pr¨®ximo 17 de julio, pero se expresa ya como un iluminado, goza de m¨¢s liderazgo que ninguno de sus antecesores en la jefatura de la Contra y est¨¢ dedicido a aspirar a la presidencia de la Rep¨²blica al frente de una nueva organizaci¨®n pol¨ªtica surgida de la RN. Por el momento, su principal objetivo es convencer a todos de su sinceridad al aceptar la desmovilizaci¨®n de sus tropas.Pregunta. ?Asistimos al final de la Contra?
Respuesta. Por nuestra parte, la guerra ha terminado. A partir de este momento no quedar¨¢n m¨¢s contras armados en Nicaragua. La rapidez del desarme depende ahora de la capacidad de desmovilizaci¨®n de los organismos internacionales. Estamos demostrando ante el mundo que no somos obst¨¢culo para que en esta naci¨®n haya paz, democracia y justicia social.
P. ?No va a quedar nadie sin desarmar?
R. No hay excepci¨®n ni queda nadie. ?Qu¨¦ va a quedar haciendo? Si no tuviera inter¨¦s en cumplir con esto, no habr¨ªa dado ni un solo paso y estar¨ªa en guerra ya.
Vencer al miedo
P. ?No teme por la seguridad de sus hombres?
R. La meta nuestra es ahora vencer el miedo, y lo vamos a vencer.
P. ?Entregan ustedes las armas como ej¨¦rcito derrotado o como ej¨¦rcito vencedor?
R. A nivel militar, podemos decir que quedamos empatados, pero uno de los bandos perdi¨® por ser de un partido. Nosotros podemos llamarnos vencedores .en el campo c¨ªvico. La derrota es cuando uno levanta el arma ante su enemigo y le dice: me rindo para que no me fusiles. Eso no es lo que estamos viendo aqu¨ª; nosotros estamos haciendo un proceso muy elegante.
P. ?Cu¨¢ntos hombres integrar¨ªan la polic¨ªa rural bajo control de la RN?
R. Esa polic¨ªa no ser¨¢ un obst¨¢culo ni un ej¨¦rcito paralelo. Ser¨¢ lo m¨ªnimo: 100, 200, 300 hombres a lo sumo.
P. ?Esa cantidad es suficiente para la seguridad de los contras armados?
R. Pero es que aqu¨ª hay tambi¨¦n unos compromisos del Gobierno de que va a haber una desmovilizaci¨®n del Ej¨¦rcito. Nosotros queremos ver en este pa¨ªs un d¨ªa en que no exista el armamentismo, el final para siempre del armamentismo, ya que ha quedado demostrado que las armas en Nicaragua no son sost¨¦n de ning¨²n sistema que quiera apoderarse de la naci¨®n.
P. ?Cree usted que ya no tiene raz¨®n de ser la existencia de la Contra?
R. No hay raz¨®n para que exista la resistencia ni hay raz¨®n para que exista un Ej¨¦rcito desproporcionado. Este pa¨ªs tiene suficiente con que existan cuerpos policiales para la protecci¨®n de los nicarag¨¹enses. Aqu¨ª no hay ning¨²n vecino que nos amenace. Aqu¨ª lo ¨²nico que nos ha agredido es un sistema de imposici¨®n que ha fracasado en todo el mundo.
P. ?De qu¨¦ tama?o debe ser el Ej¨¦rcito de Nicaragua?
R. Nicaragua no necesita Ej¨¦rcito, necesita fuerzas de seguridad p¨²blica ¨²nicamente para el orden interno del pa¨ªs.
P. ?Ustedes formar¨¢n parte de las Fuerzas Armadas nicarag¨¹enses?
R. De hecho, algunos miembros de la resistencia pasar¨¢n a formar parte de la Polic¨ªa Nacional a su debido tiempo, y el que no, podr¨¢ retirarse cuando lo desee.
P. ?Usted cu¨¢ndo se va a desarmar?
R. Cuando pase el ¨²ltimo soldado. Ser¨¦ la retaguardia de las columnas que est¨¢n ahora formadas para la de smoviliz aci¨®n.
Rehacer la vida
P. ?A qu¨¦ se va a dedicar cuando se desarme?
R. A rehacer mi vida de la nada, porque hoy no tengo ni a d¨®nde ir. No tengo casa en Managua ni en ning¨²n otro lugar de Nicaragua. Lo que antes era mi finca ahora es una monta?a. Tengo que empezar una labor para construir un rancho, empezar a sembrar la tierra.
P. ?Qu¨¦ posibilidades hay de que la Resistencia Nicarag¨¹ense se convierta en un partido pol¨ªtico?
R. Tal vez el 99%.
P. ?Para cu¨¢ndo?
R. Cuando tengamos a d¨®nde ir cada uno de nosotros.
P. ?C¨®mo va a ser ese partido pol¨ªtico?
R. Nuestro objetivo pol¨ªtico no est¨¢ dirigido a ning¨²n sector ni clase determinada del pa¨ªs Nos dirigimos a la naci¨®n entera Todo pa¨ªs necesita de todos los sectores sociales; si hay s¨®lo ri cos no se hace nada y si hay s¨®lo pobres es una desgracia. Podr¨ªa hablar de un conglomerado de renovaci¨®n nacional laboracionista.
P. ?Es usted un hombre religioso?
R. No tengo ninguna religi¨®n. S¨®lo creo en Dios. Nunca he comulgado ni voy a comulgar, pero creo plenamente en Dios.
Una tarea cumplida
P. ?C¨®mo es su relaci¨®n con el general Humberto Ortega?
R. Lo veo como persona simplemente. Entre nicarag¨¹enses y en todas las guerras del mundo, los que combaten terminan hablando y comentando las experiencias de la guerra.
P. ?A usted ya no le importa que Ortega siga al frente del Ej¨¦rcito sandinista?
R. Eso no es decisi¨®n m¨ªa, es decisi¨®n del Gobierno.
P. ?C¨®mo juzga usted ahora la actividad de la Contra durante diez a?os?
R. Valoro que se ha cumplido una tarea que era incierta en un principio. Se tuvo que recurrir a una guerra para que se diera un proceso de elecci¨®n que cost¨® a los organismos internacionales m¨¢s de 20 millones de d¨®lares para pagar observadores y vigilar que no hubiera un fraude.
P. ?Qui¨¦n cree que gan¨®jas elecciones en febrero, la UNO o la RN?
R. Las gan¨® el pueblo de Nicaragua. Nuestra aportaci¨®n fueron 10.000 combatientes y m¨¢s de 40.000 nicarag¨¹enses que murieron para que pudiera darse en Nicaragua un proceso electoral.
P. ?A qu¨¦ se debi¨® el desprestigio internacional de la Contra durante tantos a?os?
R. Por un problema de direcci¨®n y administraci¨®n. Porque el mundo no sab¨ªa por qu¨¦ luch¨¢bamos los que est¨¢bamos dentro de Nicaragua.
P. ?No cree que pueda deberse tambi¨¦n a la estrecha vinculaci¨®n de la Contra y Estados Unidos?
R. Todo movimiento guerrillero tiene que depender de alguna manera de un segundo o tercer pa¨ªs. El Frente Sandinista dependi¨® directamente de Cuba. En una lucha se agradece la ayuda de quien sea.
P. Pero la ayuda norteamericana tuvo un precio muy alto.
R. Toda ayuda tiene alg¨²n precio. En el terreno militar, la condici¨®n principal era el respeto a los derechos humanos, y nosotros la cumplimos. Nuestros miembros fueron instruidos durante meses para conocer las leyes internacionales sobre derechos humanos.
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