El dilema de Marion Barry

El reverendo Jesse L. Jackson ha pedido al alcalde de Washington, Marion Barry, que desista en su intenci¨®n de presentarse las elecciones municipales y que dimita de su cargo lo antes posible. Barry est¨¢ siendo juzgado en la capital federal de EE UU por uso de coca¨ªna y perjurio contra un gran jurado. Si es hallado culpable, el alcalde se enfrenta a 20 a?os de c¨¢rcel. El proceso ha abierto la llaga del prejuicio racial y demostrar¨¢ si la fiscal¨ªa puede influir en el desarrollo del sistema pol¨ªtico norteamericano.

Jackson opina que si el alcalde le hace caso, Barry podr¨¢ alcanzar un pacto con el Gobierno para que sean retirados todos, los cargos que pesan contra ¨¦l. Jesse Jackson cree que si el alcalde dimite habr¨¢ dado "el primer paso para crear un clima de conciliaci¨®n".La selecci¨®n del jurado del caso United States of America versus major Marion Barry est¨¢ siendo tan dificil como se preve¨ªa. De las 60 personas que han pasado ya por la Sala Segunda de la Corte del Distrito de Washington, 38 han sido rechazadas como miembros del jurado. Son muchos los que piensan que el alcalde es culpable antes de que se haya emitido un veredicto. Barry est¨¢ siendo juzgado por 14 delitos relacionados con el uso de coca¨ªna y perjurio.

Arthur B. Spitzer, director legal de la American Civil Liberties Union, ha solicitado al juez que atiende este caso, Thomas Penfield Jackson, que rechazara cualquier pacto entre el acusado y la fiscal¨ªa -el denominado plea bargain- porque "ser¨ªa inapropiado". "Es el pueblo el que debe elegir si un pol¨ªtico puede o no presentarse a unas elecciones, y no los fiscales", coment¨® Spitzer. Barry, que se ha declarado inocente de todos los cargos, dijo el viernes que no ha iniciado ninguna conversaci¨®n con la fiscal¨ªa para pactar su futuro.

Testigo clave

La quinta jornada del juicio contra Barry coincidi¨® con la puesta en libertad provisional, el viernes, de Charles Lewis, la pieza clave de la fiscal¨ªa contra el alcalde Barry. Lewis, que ha pasado los ¨²ltimos 13 meses encarcelado en el Centro de Detenci¨®n de Alexandria (Virginia), declarar¨¢ en el juicio contra el alcalde. Cuando lo haga explicar¨¢ al jurado que vendi¨® coca¨ªna y crack al alcalde en varias ocasiones.La fiscal¨ªa relacion¨® directamente a Lewis con Barry desde que un par de detectives de la polic¨ªa de Washington descubrieron a ambos en el interior de una habitaci¨®n del hotel Ramada Inn el 22 de diciembre de 1988. La polic¨ªa, que localiz¨® al alcalde casualmente, no pudo demostrar que Barry estaba comprando coca¨ªna. El caso se hizo p¨²blico y se convirti¨® en el principio del fin para el alcalde.

El segundo episodio se produjo el pasado 18 de enero, en el Vista Hotel de Washington. Agentes del Bur¨® Federal de Investigaci¨®n (FBI) montaron una trampa al alcalde utilizando a una antigua amante de ¨¦ste, Rasheeda Moore, quien se prest¨® a colaborar. Barry cay¨® en la encerrona cuando acudi¨® a la llamada de su amiga, y fue filmado mientras fumaba coca¨ªna en el interior de la habitaci¨®n de su amante. El FBI le detuvo, le espos¨® y le present¨® ante el juez. Posteriormente fue procesado por posesi¨®n voluntaria de coca¨ªna. La fiscal¨ªa consigui¨® adem¨¢s que Barry fuera procesado por perjurio. Si es declarado culpable de todos estos delitos, el alcalde podr¨ªa ser condenado a 20 a?os de c¨¢rcel y a multas por valor de un mill¨®n de d¨®lares.

El proceso de Barry, uno de los casos m¨¢s espectaculares de la historia judicial norteamericana, ha servido para abrir la llaga del prejuicio racial. Son muchos los que opinan que el alcalde ha obrado mal, pero que la persecuci¨®n fiscal y policial a la que ha sido sometido se justifica porque es negro.

Barry, de 54 a?os, es el alcalde negro m¨¢s conocido del pa¨ªs, y su figura pol¨ªtica era tremendamente s¨®lida en esta ciudad de 650.000 habitantes, el 70% de raza negra. Barry ha ganado tres elecciones con un gran margen de votos sobre sus contrincantes. Las pr¨®ximas se celebrar¨¢n en noviembre. Para entonces, Barry ya conocer¨¢ la sentencia.