La final desata una guerra dial¨¦ctica en Portland y Detroit
Ni siquiera Barcelona y Madrid han celebrado una pugna tan singular como ¨¦sta. La final de Liga entre el Portland Trail Blazers y el Detroit Pistons (P2) ha desatado una guerra de palabras por v¨ªa de diarios, emisoras de radio y fax de ambas ciudades, que se est¨¢ convirtiendo en una cuesti¨®n de honor. Hasta los alcaldes de ambas ciudades est¨¢n enfrentados.
Detroit se burla de la imagen de pueblo de Portland y de su lluvia constante, mientras Portland censura a Detroit por ser una ciudad en decadencia y al Pistons por jugar en las afueras, a 50 kil¨®metros.El diario Detroit News dio el primer golpe. Declar¨® que Portland era una ciudad de tercera divisi¨®n y public¨® el martes un mapa con el titular "?D¨®nde est¨¢ Portland?", acompa?ado por dos flechas. Una se?alaba a Portland (Maine), en la costa noreste, con las palabras "aqu¨ª no". La otra apuntaba a Portland (Oreg¨®n), y dec¨ªa "aqu¨ª s¨ª".
El mismo d¨ªa, en Portland, en la ma?ana del primer partido, un locutor de la emisora KINK anunci¨® el n¨²mero de fax del Pistons y anim¨® a sus oyentes para que hicieran saber al club sus pron¨®sticos. "Nuestro fax estuvo comunicando durante horas. No pod¨ªamos trabajar", dijo el jefe de prensa del Pistons.
El Detroit News respondi¨® pidiendo a sus lectores declaraciones por fax para publicarlas en un espacio publicitario que compr¨® en el diario Oregonian de ayer. Un lector dijo: "?Por qu¨¦ la gente nunca visita Oreg¨®n? Porque nunca saben cu¨¢les ser¨¢n los 10 d¨ªas de sol".
El Oregonian contraatac¨® al enviar a uno de sus periodistas a pintar un retrato negro de Detroit, afligida por el sida, el paro, la violencia y dem¨¢s problemas contempor¨¢neos de las grandes ciudades.
"Portland es un destino. Detroit lo era", escribi¨® Steve Duin. "Auburn Hills [sede del Pistons], nunca lo ser¨¢". En un editorial aparte, el Oregonian record¨® que cuando el Detroit Tigers, equipo de b¨¦isbol de Grandes Ligas, conquist¨® la serie mundial en 1984, los espectadores incendiaron parte de la ciudad. "La guardia nacional quiso actuar, pero los, planificadores urbanos pensaron que ser¨ªa una buena idea dejar que las llamas continuaran", opin¨® el diario.
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