?Por qu¨¦Maurizio Scaparro?
A los pocos d¨ªas de su nombramiento como responsable de la program.aci¨®n teatral "de corte cl¨¢sico" de la Expo 92, Jos¨¦ Luis Castro se enter¨® de que ten¨ªa un asesor, nombrado por Alfonso Riera Gallar, director de la divisi¨®n de actividades culturales de la Expo 92. El asesor era el director italiano Maurizio Scaparro. El asesor cobrar¨¢ por su gesti¨®n un total de 18,5 millones de pesetas, y la Expo producir¨¢ o coproducir¨¢ con ¨¦l una nueva versi¨®n de su. espect¨¢culo Don Quijote, con Josep Maria Flotats en el papel de Don Quijote.Jos¨¦ Luis Castro, en declaraciones a EL PA?S, se muestra encantado con la inesperada inclusi¨®n de ese Don Quijote en la programaci¨®n del Lope de Vega, si bien ignora todav¨ªa el coste de la nueva producci¨®n. Su relaci¨®n con Scaparro es, al parecer, excelente: "Le habl¨¦ a Maurizio de mi filosof¨ªa, le esboc¨¦ mi prograrnaci¨®n y no me puso ning¨²n pero, todo lo contrario. Adem¨¢s, me ayuda en los contactos con Strehler y Ronconi", dice Castro.
El nombramiento de Seaparro como asesor de la programaci¨®n teatral de la Expo 92 ha. causado una cierta sorpresa en los medios teatrales, sevillanos y no sevillanos. Hay quienes se preguntan si el se?or Riera cree de veras que los programadores teatra les de la Expo 92 no pueden realizar su trabajo sin contar con la asesor¨ªa de una perso nalidad del teatro europeo. Hay tambi¨¦n quienes piensan que la designaci¨®n de Sca parro podr¨ªa ser una sugerencia de la empresa Burson Marsteller, responsable del asesoramiento de imagen a la Expo 92, la cual estima que Scaparro es la persona id¨®nea para vender -con su Don Quijote, cuyo estreno est¨¢ previsto que se realice en Nueva York y siga luego una peque?a gira antes de su presentaci¨®n en el Lope de Vega- la programaci¨®n teatral de la Expo 92. Por ¨²ltimo, hay tambi¨¦n quienes creen que el nom bramiento del director italiano tiene algo que ver con su amistad, de la que Scaparro se vanagloria, con Alfonso Guerra.
Uno quisiera creer que el nombramiento de Scaparro est¨¢ estrechamente ligado al memorable papel desarrollado en Venecia en torno a lo que el director llama la utop¨ªa carnavalesca, y que hace de ¨¦l un ser enormemente imaginativo, capaz de convertir Sevilla en un verdadero teatro. Scaparro ser¨ªa, pues, el gran animador de la Sevilla, la Sevilla de la Expo. Pero, la verdad, no le veo como asesor y menos como vendedor.
Sevilla y Espa?a tienen excelentes vendedores: Pasqual, la Espert, Alberti, Arrabal, Comediants. .., y si la venta se hiciese en Sevilla hay en esa ciudad un personaje -el ¨²nico creador del teatro andaluz que puede hablarle de t¨² a t¨² a Peter Brook, entre otras razones porque han compartido alg¨²n premio internacional- que puede venderla, a la ciudad y a la Expo, mejor que nadie. Me refiero a Salvador T¨¢vora, el de La Cuadra de Sevilla, conocida y reconocida internacionalmente. T¨¢vora, que est¨¢ ultimando los ensayos de su nuevo espect¨¢culo -Cr¨®nica de una muerte anunciada, a partir del relato de Garc¨ªa M¨¢rquez- y que el 1 de agosto debe inaugurar el Festival Latino de Nueva York. Para este espect¨¢culo, La Cuadra -que todav¨ªa no tiene firmado ning¨²n espect¨¢culo con la Expo 92- recibe una subvenci¨®n del Centro Andaluz de Teatro (CAT) de seis millones de pesetas; 6 de los 502 millones que este a?o tiene asignado el CAT. Las gentes del CAT provienen todas del desaparecido grupo sevillano Esperpento-Mediod¨ªa, fundado por Alfonso Guerra. Pero esa es ya otra historia.
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