Par¨ªs rinde homenaje a De Gaulle, el hombre que "daba ¨®rdenes a la historia"
Hoy ser¨¢ un gran d¨ªa para Par¨ªs. La ciudad desbordar¨¢ de homenajes al general Charles de Gaulle, el padre de la moderna Francia y el hombre que, como ha escrito Le Monde, "daba ¨®rdenes a la historia". Y es que si 1989 fue el a?o del bicentenario de la Revoluci¨®n Francesa, ¨¦ste es el del centenario del nacimiento de De Gaulle y del cincuentenario de su llamamiento, el 18 de junio de 1940, a la resistencia contra el nazismo. Dos d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte, basta la izquierda ha descubierto que De Gaulle no fue, como dijo una vez Fran?ois Mitterrand, "el ¨²ltimo gran franc¨¦s del siglo XIX", sino el primero del siglo XXI.
De Gaulle ten¨ªa 49 a?os en la noche del 18 de junio de 1940 cuando tom¨® el micr¨®fono de la BBC y entr¨® para siempre en la historia. ?stas fueron las primeras palabras de una intervenci¨®n de cuatro minutos: "Yo, general De Gaulle, actualmente en Londres, invito a los oficiales y soldados franceses presentes en el territorio brit¨¢nico a unirse a m¨ª. Pase lo que pase, la llama de la resistencia francesa no debe extinguirse y no se extinguir¨¢".El d¨ªa anterior, el mariscal P¨¦tain, convencido de que Hitler era invencible, hab¨ªa ordenado el cese de todos los combates. Pero para De Gaulle la derrota francesa no era definitiva, porque la guerra no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar.
Con su mensaje a trav¨¦s de la BBC, aquel entonces desconocido general de brigada se rebel¨® contra sus propios mandos. Pronto, con una tenacidad a prueba de bombas, termin¨® imponiendo sus tesis al brit¨¢nico Churchill, cautivado por su lucidez y energ¨ªa, y al norteamericano Roosevelt, que hasta el ¨²ltimo momento se ri¨® del que llamaba "ese tipo que se cree que es Francia".
De Gaulle no s¨®lo tuvo raz¨®n hace 50 a?os, sino que, como ahora descubren at¨®nitos incluso sus enemigos de la izquierda, adivin¨® casi todo lo que iba a ocurrir posteriormente.
Unidad europea
En los libros, discursos y conferencias de prensa de De Gaulle se encuentran la importancia de las m¨¢quinas en la guerra moderna, la descolonizaci¨®n de ?frica, la independencia de Argelia, el voto femenino, la estabilidad para la pol¨ªtica francesa que supone la elecci¨®n del jefe de Estado por sufragio universal, la reconciliaci¨®n francoalemana, la revuelta palestina en los territorios ocupados por Israel, la muerte del comunismo, la desmembraci¨®n del imperio sovi¨¦tico, la reunificaci¨®n de Alemania y el renacimiento de una Europa unida desde el Atl¨¢ntico a los Urales.
De todas las conversiones a la figura del general destaca la de Regis Debray, el amigo del Che Guevara y consejero de Mitterrand entre 1981 y 1985. La lectura que Debray ha efectuado del general en su libro A demain, De Gaulle (Hasta ma?ana, De Gaulle), es, seg¨²n Le Figaro, "el gran milagro del a?o".
"El general De Gaulle", afirma Debray, "mantuvo sus promesas; nosotros [la izquierda] hemos perdido las nuestras". De Gaulle fue "un sabio", que predijo muchas cosas que la izquierda ni oli¨®. En particular, "identific¨® las fuerzas que act¨²an en la din¨¢mica mundial de los pueblos". Por ejemplo, la perennidad de los sentimientos nacionales sobre las ideolog¨ªas que pretenden sus tituirlos.
Pero el nacionalismo de De Gaulle est¨¢ en las ant¨ªpodas del fascismo. Para el general, la naci¨®n no era una raza, sino una idea. Jean Daniel recuerda que, en la concepci¨®n gaullista, Francia es "una fusi¨®n de pueblos y de razas en un proyecto com¨²n". H¨¦te aqu¨ª al general reivindicado por el director de Le Nouvel Observateur como la principal barrera ideol¨®gica contra la xenofobia del Frente Nacional de Le Pen. Una nueva sorpresa en este fin de siglo pr¨®digo en ellas,
El ¨²nico que guarda un silencio absoluto es Mitterrand, el eterno rival de De Gaulle en los a?os sesenta. Al presidente deben hacerle poca gracia los numerosos comentarios ir¨®nicos de estos d¨ªas sobre su c¨¦lebre panfleto El golpe de Estado permanente. As¨ª defini¨® Mitterrand a la V Rep¨²blica, fundada por De Gaulle. Sin embargo, una d¨¦cada despu¨¦s de su ascensi¨®n a la jefatura de ese Estado, el l¨ªder socialista no ha cambiado una coma de su edificio institucional. Al contrario, no deja de encontrar nuevas ventajas al modelo gaullista de monarau¨ªa republicana.
Luz, sonido y chocolatinas
De Gaulle ser¨¢, en la noche de hoy, el protagonista de un gran espect¨¢culo de luz y sonido en el r¨ªo Sena, entre el puente del Carrusel y el Pont-Neuf. Habr¨¢ decorados gigantescos, dos millares de figurantes, m¨²ltiples efectos n¨¢uticos, a¨¦reos y pirot¨¦cnicos, y unos 100.000 espectadores.
A lo largo de toda la jornada, los parisienses y los numerosos turistas que inundan la ciudad podr¨¢n tambi¨¦n ver y escuchar en la plaza de la Concordia el receptor de radio m¨¢s grande del mundo. Es un aparato de estilo a?os cuarenta, cuyas dimensiones son de 35 metros de altura por 15 de anchura y que recubre por entero el obelisco de Luxor. Esa inmensa radio difundir¨¢ de modo permanente programas radiof¨®nicos de la ¨¦poca de la Segunda Guerra Mundial.
La figura de De Gaulle es omnipresente desde hace algunos d¨ªas en Par¨ªs. Un total de 475 salas de cine de la capital exhiben un filme homenaje de tres minutos de duraci¨®n. Desde todas las calles y estaciones de metro, De Gaulle mira a los parisienses en una colecci¨®n de carteles. Sellos, medallas, ediciones especiales de diarios y semanarios, programas de radio y televisi¨®n abordan la figura del general. Hasta el chocolatero de la Rue Saint-Honor¨¦ Michel Cluizel ha sacado una caja especial de bombones. Cada una de las chocolatinas lleva una foto de De Gaulle.
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