El joyero Cartier acoge en las afueras de Par¨ªs el universo de Andy Warhol

,La exquisita tradici¨®n de la casa Cartier, los joyeros parisienses de los monarcas y otros grandes de este mundo, y el universo canalla y super millonario del Nueva York de Andy Warbol se reunieron el pasado viernes en la presentaci¨®n de la exposici¨®n Andy Warhol system: pub, pop, rock. El encuentro tuvo lugar en el castillo de Juy-en-Josas, sede de la Fundaci¨®n Cartier, y cont¨® con la presencia de "Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y otros supervivientes de la Velvet Underground, y de Philippe y Nina Junot, Alain-Dominique Perrin y otros guapos de la alta sociedad francesa.

El tono de la presentaci¨®n lo daba ya el servicio de orden. Chicas hermos¨ªsimas en trajes de chaqueta cortos y ajustados y muchachos de pelo impecablemente cortado, chaquetas cruzadas y corbatas multicolores daban la bienvenida a los visitantes y, talkie-walkies en bandolera, los orientaban por los pabellones, praderas, jardines y bosquecillos del castillo. Cercado por altos abetos, un escenario musical albergaba a un grupo checo de rock que interpretaba las piezas cl¨¢sicas de la Velvet Underground, la experiencia musical maldita que apadrin¨® en los sesenta Andy Warhol.Citas de Andy Warhol, de Francis Picabia, de Marcel Duchamp, de Ben y de otros famosos irreverentes asaltaban a los privilegiados asistentes a la inauguraci¨®n de la muestra. La mayor¨ªa de esas citas contradec¨ªa de modo evidente el acto de la Fundaci¨®n Cartier. Por ejemplo, aquella de la Internacional Situacionista que afirmaba: "No queremos trabajar en el espect¨¢culo del fin del mundo, sino en el fin del mundo del espect¨¢culo".

Como Warhol hubiera querido, su presentaci¨®n p¨®stuma ante la alta sociedad parisiense fue todo un espect¨¢culo: el de la obra expuesta, el de la puesta en escena y el del p¨²blico en s¨ª. Un p¨²blico que hablaba con tanta naturalidad franc¨¦s como ingl¨¦s y que llevaba encima un mill¨®n de pesetas por cabeza en ropas, joyas, peluquer¨ªa, perfumes y maquillajes. Eso s¨ª, toda gente moderna que se felicitaba por el "detalle simp¨¢tico" de que el conjunto invitado fuera checo como la familia de Warhol. Adem¨¢s, ahora no hay nada m¨¢s chic que sentar en la propia mesa a un hermano del Este.

Lou Reed se negaba a dejarse entrevistar o fotografiar. Ten¨ªa el cantante de Heroin, Pale blue eyes y Sister Ray un aire estupendo de reci¨¦n desintoxicado; y a tenor de Songsfor Drella, est¨¢ tambi¨¦n en plena forma musical. Diversos v¨ªdeos promocionaban Songsfor Drella, el ¨¢lbum compuesto e interpretado por Lou Reed y John Cale en homenaje a Warhol.

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El t¨ªtulo hace referencia a que, en los buenos tiempos de la Factory, Warhol era conocido por sus ¨ªntimos con el sobrenombre de Drella, que, seg¨²n Lou Reed, puede ser una contracci¨®n de Dr¨¢cula y Cinderella (Cenicienta).La exposici¨®n Andy Warhol system podr¨¢ verse en el castillo de la Fundaci¨®n Cartier hasta el pr¨®ximo septiembre, luego viajar¨¢ por Praga, Budapest y otras capitales del Este. Se trata, en realidad, de la reuni¨®n de tres miniexposiciones diferentes. La primera est¨¢ ¨ªntegramente consagrada a la publicidad, y est¨¢ colocada bajo la divisa de Warhol "Succes is a job in New York" ("El ¨¦xito es una profesi¨®n en Nueva York").