La revoluci¨®n de la raz¨®n
La Universidad Centroamericana Sime¨®n Ca?as (UCA), de San Salvador, recibi¨® ayer la Medalla de las Universidades Espa?olas, m¨¢ximo galard¨®n uni versitario espa?ol. El articulista analiza la labor de la UCA y valora lo que la distingue del resto de las universidades: su sentido de la relaci¨®n teor¨ªa-pr¨¢ctica.
Ayer la ya c¨¦lebre Universidad Centroamericana Sime¨®n Ca?as de San Salvador (UCA) recibi¨® en Salamanca el galard¨®n m¨¢s cotizado del mundo universitario espa?ol: la medalla de las Universidades Espa?olas. Las piedras centenarias salmantinas, desde donde tantos talentos partieron para aquel llamado Nuevo Mundo, apoyaron la andadura todav¨ªa joven de uno de los focos ideol¨®gicos m¨¢s excelentes de toda Latinoam¨¦rica. Fue la fiesta de las ideas para todo un pueblo, el salvadore?o, que, rotas las negociaciones entre Gobierno y guerrilla, contempla con estupor inevitable su propio porvenir. Porque se corre el riesgo que tantas veces indicara Ignacio Ellacur¨ªa: dejar en manos de las armas la utop¨ªa revolucionaria-transformadora, que, llegados a este momento de la confrontaci¨®n salvadore?a, solamente debe estar en manos de la raz¨®n.Insisto, Salamanca, hecha su Universidad, aplaudi¨® la gesta cotidiana de la UCA, que es aplaudir tantos esfuerzos realizados en Latinoam¨¦rica por sobrevivir en medio del m¨¢s delirante caos ampar¨¢ndose en una raz¨®n ideol¨®gica. La ¨²nica salida hacia el futuro.
Y cuando el actual rector de la UCA, Miguel Estrada, recibi¨® la medalla conmemorativa, asistimos al momento crucial en la historia de este centro acad¨¦mico salvadore?o, en el que tantos hombres y mujeres espa?oles han dejado y siguen dejando sus vidas con inquebrantable decisi¨®n. Un centro en el que desde 1965, en que fuera fundado, se han graduado 1.470 elumnos de Ingenier¨ªa, 2.277 de Ciencias Econ¨®micas y 749 en la Facultad de Ciencias del llombre y de la Naturaleza; sin ,exageraci¨®n alguna, el grupo fundamental para llevar adelante, a pesar de los pesares, la vida de un pa¨ªs sometido a la Permanente, presi¨®n de la guerra.
Triple funci¨®n
Cabe entonces preguntarse, y es preciso preguntarse, qu¨¦ tipo de ?Formaci¨®n acad¨¦mica imparte la UCA, para haberse hecho merecedora de su prestigio nacional e internacional. M¨¢s all¨¢, inclusive, del posible m¨ªtico respeto provocado por el asesinato depiacio Ellacur¨ªa y una serie de eficaces colaboradores jesuitas. En este sentido, me comentaba Rub¨¦n Zamora, respetable l¨ªder de la izquierda salvadore?a, hace todav¨ªa pocos d¨ªas: "La UCA, ya desde sus primeros a?os, pero m¨¢s desde que Ellacur¨ªa cogi¨® las riendas, realiza una triple funci¨®n, que es la espina dorsal de su naturaleza y originalidad. En primer lugar, recoge datos emp¨ªricos de la realidad popular e hist¨®rica salvadore?a con exquisita precisi¨®n. Despu¨¦s los analiza cient¨ªficamente, m¨¢s all¨¢ de toda demagogia, para deducir su valor espec¨ªfico respecto del pueblo en que ella misma est¨¢ inmersa. Y por fin devuelve esos datos analizados y valorados al pueblo, al pa¨ªs, mediante los alumnos y alumnas que los han asumido en profundidad. ?sta es la gracia de la UCA, la que la hace diferente a otras universidades que conozco, latinoamericanas y europeas: su sentido de la relaci¨®n teor¨ªa pr¨¢ctica. Y si perdiera esta fascinante orientaci¨®n de fondo, dejar¨ªa de ser la UCA...". Esta orientaci¨®n no es solamente una feliz apreciaci¨®n de Rub¨¦n Zamora. En un art¨ªculo de Miguel Estrada, actual rector, podemos leer estas iluminadoras palabras: "Muy pronto, la UCA constat¨® que toda Universidad es, ante todo, una realidad y una fuerza social marcada hist¨®ricamente por lo que es la sociedad en que vive... No se trata de mejorar y reformar, sino de transformar. P`or eso se identifica con una Universidad para la transformaci¨®n, para el cambio social...".
Herencia
Y acaba su texto Estrada con esta reflexi¨®n tan objetiva como referenciaL "Casi todo el equipo anterior jesu¨ªtico fue asesinado por construir, en la teor¨ªa y en la pr¨¢ctica, este enfoque del quehacer universitario. Y elnuevo equipo recoge su herencia con la voluntad de llevarla hacia adelante, a la vez que con una clara conciencia de los riesgos que ello supone". Parece que los deseos de Rub¨¦n Zamora ser¨¢n real Idad.
En la ra¨ªz de todas estas convicciones, por las que una serie de personas dieron sus vidas, late algo de enorme trascendencla para el mundo intelectual y universitario occidental: la eficacia del pensam 1 ento como agente de transformaci¨®n hist¨®rica. Pero planteando las cuestiones a largo plazo, como les gustaba hacer a Ignacio Ellacur¨ªa desde sus reflexiones filos¨®ficas, tan impregnadas del gran Zubiri, o a Ignacio Mart¨ªnBar¨®, quien acert¨® a indagar las cuestiones sociol¨®gicas desde sus impl¨ªcitos psicol¨®gicos. Ellos, y los dem¨¢s, viv¨ªan su trabajo con la convicci¨®n de que el tedioso quehacer intelectual y profesoral tiene tantos riesgos como cualquier otro, siempre que se ponga al servicio de los intereses de las mayor¨ªas populares. De lo contrario, ser¨ªa entrar en el juego del poder.
En Salamanca, ayer, tuvo lugar la fiesta de las ideas. Una fiesta montada en las verdeantes tierras salvadore?as. La fiesta de la UCA. Es decir, el premio a un quehacer racional y universitario que engendra, qui¨¦ralo o no, revoluci¨®n, transformaci¨®n, cambio social. La revoluci¨®n de la raz¨®n.N orberto Alcover es jesuita y profesor de Teor¨ªa de la Comunicaci¨®n en la Universidad de Comillas, Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.