56 pa¨ªses revisan el Protocolo de Montreal sobre el ozono

Expertos de los 56 pa¨ªses firmantes del protocolo de Montreal, que pretende limitar las emisiones a la atm¨®sfera de sustancias perjudiciales para la capa de ozono, comienzan hoy en Londres una reuni¨®n para estudiar los problemas financieros asociados con este objetivo y la aceleraci¨®n del proceso. Los trabajos culminar¨¢n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles con la reuni¨®n de los ministros de medio ambiente de los pa¨ªses que han ratificado el tratado. Asistir¨¢n como observadores pa¨ªses no firmantes, como China y la India, cuya poblaci¨®n supone el 40% de la mundial.La asociaci¨®n ecologista Greenpeace ha denunciado la falta de eficacia del protocolo, firmado en 1987, debido a que el ritmo de reducci¨®n fijado -un 50% hasta el a?o 2000- es demasiado lento para evitar el deterioro de la capa de ozono. Este criterio es compartido por el director del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Mostafa Tolba, quien se?ala que si en 1987 se hubiera sabido lo que se sabe hoy, se hubiera decidido un ritmo de eliminaci¨®n de los clorofluorocarbonos (CFCs) mucho mayor. La capa de ozono, seg¨²n Tolba, est¨¢ vaci¨¢ndose a un ritmo doble del previsto.

Seg¨²n Greenpeace, si no se toman medidas, la presencia de CFCs en la atm¨®sfera aumentar¨¢ de 16 a 24 millones de toneladas para el a?o 2.000 y se permitir¨¢ el uso de nuevos compuestos qu¨ªmicos que podr¨ªan intensificar el calentamiento global en un 10% para principios de siglo. En Espa?a, Greenpeace ha iniciado una campana para que se paralice la producci¨®n de CFCs, centrada en las empresas alemanas Hoechst y Kali Chemie y la francesa Atochem.

Administraci¨®n del dinero

La transferencia de tecnolog¨ªa inocua para el ozono al Tercer Mundo y su financiaci¨®n es el problema m¨¢s importante a que se enfrentan los pa¨ªses firmantes desde un punto de vista econ¨®mico y pol¨ªtico. El coste de la financiaci¨®n se calcula en 20.000 millones de pesetas para el periodo 1991-1993. Los ministros deben decidir qui¨¦n administra este dinero y c¨®mo se gasta. Es posible que esta responsabilidad sea compartida por el Banco Mundial, el PNUMA -que organiza la reuni¨®n de Londres- y el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas.Los pol¨ªticos y expertos deben tambi¨¦n decidir si la distribuci¨®n de los fondos se hace seg¨²n las escalas normalmente utilizadas por la ONU o seg¨²n las cantidades de CFCs emitidas a la atm¨®sfera por cada pa¨ªs. Tolba ha se?alado que estos fondos deben ser adicionales a los existentes para ayuda al desarrollo, postura que Estados Unidos no comparte, seg¨²n han declarado recientemente sus representantes.