Espa?a, contra la disolucion

No por haberse convencido tarde de las virtudes de la OTAN es ahora Felipe Gonz¨¢lez uno de los que preconizan su disoluci¨®n. En sus m¨¢s recientes intervenciones p¨²blicas, como la conferencia de prensa que dio recientemente junto con el primer ministro noruego, Jan P. Syse, el presidente espa?ol ha insistido hasta la saciedad en que la Alianza segu¨ªa siendo "imprescindible e insustituible" como garante de la seguridad europea. "Que hoy alguien plantee la desaparici¨®n de la Alianza sin un esquema alternativo de seguridad me parece que es olvidarse de la historia del siglo XX", afirm¨® la semana pasada.Todo lo m¨¢s, Gonz¨¢lez se ha pronunciado por la acentuaci¨®n de su car¨¢cter pol¨ªtico. "Ojal¨¢ sea la dimensi¨®n pol¨ªtica el 90% de la futura OTAN", ha llegado a decir. Al no estar en la estructura militar integrada y no permitir el almacenamiento de armamento nuclear en su territorio, Espa?a es en la Alianza un jugador de segunda fila.

A diferencia de las cumbres europeas, donde ejerce un gran protagonismo, el jefe del Gobierno no se ha atrevido a dar ideas sobre c¨®mo. y hasta d¨®nde debe transformarse la OTAN. Se limita a preconizar el fortalecimiento del pilar europeo de la OTAN y est¨¢ claro que piensa no tanto en la Uni¨®n de Europa Occidental (UEO), sino en la Comunidad Europea que, si se lleva a cabo la uni¨®n pol¨ªtica, empezar¨¢ a asumir competenc¨ªas en materia de seguridad.

Gonz¨¢lez es, sin embargo, muy receptivo ante la preocupaci¨®n de la URSS por su seguridad y afirma ante sus interlocutores comprender que las coordenadas de la defensa sovi¨¦tica se est¨¢n modificando por minutos a causa de la pr¨¢ctica desaparici¨®n del Pacto de Varsovia y de la inestabilidad dentro de sus fronteras, que ha obligado al Estado Mayor a retirar, por ejemplo, a parte de su armamento nuclear del B¨¢ltico.