Indultos

Vi por la tele la comparecencia ante el juez de Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa; se le ve¨ªa la mar de pinturero y entr¨® estrechando manos a diestro y siniestro cual torero de moda, porque el despliegue de fot¨®grafos era lo nunca visto y m¨¢s que un tr¨¢mite legal aquello era un guateque. Servidora no desea que a Garc¨ªa le metan en el trullo, porque la c¨¢rcel es un sitio tremendo y me parece que por el mero hecho de hablar o de escribir nadie se merece semejante castigo; y para aquellos periodistas que se pasen de insultones y bocazas -que los hay- siempre existen las multas, por ejemplo. Total, que a ver si indultan al Garc¨ªa de una vez y se acaba por fin esta verbena.Pero no era de ¨¦l de quien quer¨ªa hablar, sino de Fidel Vera. Ya saben, ese chico que hace ocho a?os, cuando ten¨ªa 19, rob¨® 25.000 pesetas, y al que ahora acaban de encerrar con una condena de 14 a?os. Fidel no hab¨ªa vuelto a delinquir, ha formado una familia, tiene un hijo, un empleo. Posee informes favorables de todo el mundo, incluyendo el director de su empresa, el Tribunal Superior de Murcia y las personas a las que rob¨®, que le han perdonado. Pero el Gobierno le ha negado el indulto. No hemos podido ver su comparecencia ante el juez: seguro que tuvo mucho menos rumbo y tron¨ªo que la de Garc¨ªa. A Fidel, en cualquier caso, ya le han metido en ese pudridero que es la c¨¢rcel: si el sentido de la prisi¨®n es reformar, verdaderamente con este chico la han pifiado. Hay que hablar de Fidel, porque ¨¦l no puede ir estrechando manos por doquier ni ocupar la primera p¨¢gina de los peri¨®dicos. De lo cual no es culpable Garc¨ªa, que est¨¢ en su derecho de intentar librarse de la trena por todos los medios, sino aquellos que a su alrededor montan el circo. Lo de Fidel, en fin, no tiene el glamour de la popularidad ni el b¨¢lsamo eficaz del corporativismo, pero es una barbaridad y una injusticia. Que le saquen. Que le indulten. Es urgente.