Lo puro y el cacao
La primera noche de m¨²sica ¨¢rabe de los Veranos de la Villa ofreci¨® dos caras estimulantemente distintas. La mayor¨ªa del p¨²blico, atra¨ªda por el renombre de un grupo ya conocido en Espa?a, como Dissidenten, fue afluyendo para bailotear en la segunda parte. Quienes estuvieron desde el principio, adem¨¢s de disfrutar como todos con el inteligente y gracioso cacao estil¨ªstico de Dissidenten, se encontraron con un cuarteto marroqu¨ª, Nass el Ghiwan, bien enraizado en lo aut¨¦ntico.Dissidenten, surgido hace a?os entre berlineses, es un conjunto pionero a la hora de fusionar sonidos ¨¢rabes y tecnolog¨ªa occidental. Su puesta en escena, con muchos humos de nieve carb¨®nica, oportunos cimbreos de la cantante magreb¨ª y movimientos esp¨¢sticos de un flautista pelado cual Cocoliso, es perfectamente consecuente con la amalgama musical que practican.
Nass el Ghiwan (Marruecos) / Dissidenten (RFA)
2.000 personas. Precio: 1.000 pesetas. Muralla ¨¢rabe. Madrid, 13 de julio.
Tanto las guitarras y bater¨ªa como el la¨²d, manejado por un marroqu¨ª de buena voz, o el acorde¨®n, a cargo de Tom¨¢s San Miguel, un m¨²sico de Vitoria que lleva txapela en escena y se integra perfectamente en la vena cosmopolita del grupo, se ven en todo momento reforzados por la omnipresencia de los teclados.
Embriagador
El resultado es atractivo, incluso embriagador en ocasiones. Dissidenten son un producto igualmente efectivo para discotecas occidentales que para actuar ante las juventudes de los pa¨ªses ¨¢rabes.
Nass el Ghiwan, por su parte, estuvieron parcos, con s¨®lo media hora de actuaci¨®n: lo cual ya es pena, porque pertenecen a esa especie de artistas que, metidos en faena, son memorables. Cuatro m¨²sicos excepcionalmente limpios, capaces de mostrar un generoso sentido de la renovaci¨®n en lo tradicional. Sus canciones, imbuidas de pureza, e incluso no exentas de toque religioso, poseen un ritmo inesquivable: la conjunci¨®n de las percusiones del tam-tam y el pandero (tebilet y bendir), propias de la m¨²sica ¨¢rabe y bereber, con la cuerda de instrumentos del ?frica negra como el barijo y el sentir, produce efectos fulminantes.
Una noche, por tanto, desequilibrada en cuanto al tiempo de actuaci¨®n de ambos conjuntos, pero sagazmente equilibrada en la presentaci¨®n de dos caras de ese planeta absurdamente desconocido, la m¨²sica ¨¢rabe de hoy.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.