Primer triunfo de un sovi¨¦tico en el Tour
El sovi¨¦tico Konishev se convirti¨® ayer en el primer sovi¨¦tico que logra una victoria en el Tour, en una etapa termina? presidida por una escaramuza y un rumor. Escaramuza fue la que protagonizaron Delgado y el l¨ªder Chiappucci en el ascenso al Marie Blanque, en el que Lemond sufri¨® un inoportuno pinchazo. Rumor con el que se despert¨® la ma?ana fue el de una hipot¨¦tica retirada de Delgado como consecuencia de sus problemas estomacales.
"Hace tres d¨ªas que sufro unas diarreas y lo he pasado mal en las ¨²ltimas etapas, pero seguir¨¦ un tratamiento para defender mi posici¨®n en el podio", aclar¨® el espa?ol. Defender esa posici¨®n en el podio no es una cuesti¨®n menor, porque Delgado puede convertirse en el tercer corredor que ha visitado el podio en cuatro ediciones consecutivas del Tour. S¨®lo Anquetil y Merckx lo han hecho, salvando las distancias, pero no Poulidor o Zoetemelk, llamados reyes del podio.Delgado explic¨® que sufre una leve gastroenteritis. "No s¨¦ las verdaderas causas, pero me ha causado molestias ya en el d¨ªa de Millau y en los Pirineos, donde tuve que conformarme con seguir un ritmo que me impidiese perder m¨¢s tiempo. S¨¦ que la gente puede pensar que se trata de una treta para disculpar mi actuaci¨®n, pero hay otras cosas por encima de lo que la gente piense. Yo s¨¦ que ha sido as¨ª. No lo hab¨ªamos dicho antes para no provocar que mis adversarios se aprovecharan de ello".
Despejado el gran rumor de la ma?ana, la carrera amenazaba tener mucho menos inter¨¦s que el rumor. Dos puertos estimables figuraban en su recorrido (Aubisque y Marie Blanque), pero estaban tan lejos de la meta que serv¨ªan m¨¢s bien de elemento disuasorio. El Tour comenzaba la jornada con el convencimiento de que Lemond va a ser su ganador.
Sin embargo, ese convencimiento no reina en el inquieto Chiappucci, corredor que de forma tard¨ªa, pero en dosis intensas, ha recobrado una fuerte personalidad en carrera. Chiappucci salta a la cabeza del pelot¨®n en cuanto atisba una c¨¢mara televisiva o sale en persecuci¨®n de alg¨²n que otro candidato a escapado. Ayer protagoniz¨®, junto con Delgado y elpropio Breukink, un susto a las aspiraciones de Lemond.
En la subida al ¨²ltimo gran puerto, el de Marie Blanque, el pelot¨®n se estir¨® y en su cabeza figuraba el italiano en el momento en el que se prodigaban algunos saltos. Particip¨® de un peque?o escarceo, al que se vio obligado a acudir el propio Delgado para intentar reprimir la voracidad del l¨ªder cuando, inesperadamente, Lemond sufri¨® un pinchazo. La propia disposici¨®n del pelot¨®n, muy alargada, impidi¨® que Lemond recibiese r¨¢pido auxilio de su coche. La situaci¨®n tuvo su miga porque en el grupo atacante (navegaba otro m¨¢s adelante de cerca de 20 elementos a casi ocho minutos) se hab¨ªan juntado corredores como Chiappucci, Delgado, Breukink, Bugno y Marino Lejarreta. Porqu¨¦ no decirlo, iba tambi¨¦n Indur¨¢in, que est¨¢ en todo en este Tour. Tal conjunci¨®n obligaba a Lemond a organizar la persecuci¨®n con el auxilio de su equipo; la diferencia alcanz¨® los 40 segundos, pero unos y otros parecieron finalmente poco convencidos de su eficacia, prueba de que en la mentalidad del pelot¨®n reina el convencimiento de que todo est¨¢ decidido.
Para el Banesto, con posterioridad, la etapa tuvo una importancia secundaria, como era la de defender la candidatura de Indur¨¢in a ganar un premio de cinco millones de pesetas por haber sido el mejor corredor en los Pirineos. Banesto trabaj¨® para cazar a los restos de los escapados, e Indur¨¢in, al batir a Lemond en la llegada, se adjudic¨® el premio al ser primero el martes y 12? ayer, mientras Lemond fue 2?y 15? y Bruyneel 16? y 2? As¨ª que Indur¨¢in disfrut¨® ayer de la condici¨®n de l¨ªder del equipo. No deja de dar sorpresas su actuaci¨®n.
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