Una lista de agravios
Fracasa la campa?a antidroga en EE UU
Una campa?a antidroga dise?ada por el dos veces campe¨®n ol¨ªmpico Edwin Moses e implantada por la federaci¨®n estadounidense de atletismo en octubre ha resultado un fracaso rotundo. Larry MyrIcks, saltador de longitud, y Antonio McKay, corredor de semifondo, fueron sancionados con tres meses de suspensi¨®n por dar positivo en un control -un tribunal de apelaci¨®n absolvi¨® luego a McKay-, y Henry Marsh, fondista de vallas, lo fue con dos a?os por no presentarse a uno de ellos.
El programa est¨¢ resultando m¨¢s propenso a crear pol¨¦micas que a identificar a los consumidores de drogas. Seg¨²n numerosos atletas esto es consecuencia de la ineficacia y la desorganizaci¨®n existentes en la federaci¨®n. Moses, el velocista Glance y otras dos figuras han dimitido del comit¨¦ antidroga resaltando una serie de guerras internas. Glance, que mantiene su puesto como jefe delegado del de asesoramiento federativo, insiste en que Ollan Cassell, el director ejecutivo de la federaci¨®n, emplee a un asistente y a directores de relaciones p¨²blicas y mercadotecnia para mejorar la imagen y la situaci¨®n econ¨®mica de su organismo. Cassell aduce que la federaci¨®n y ¨¦l son v¨ªctimas de mentiras y exageraciones."Hemos perdido toda la fe y la confianza en la federaci¨®n", afirm¨® Moses, ganador de la medalla de oro en los 400 metros vallas en los Juegos Ol¨ªmpicos de Montreal 76 y Los ?ngeles 84 y muy respetado en el deporte por su postura contra el consumo de drogas. "Tenemos una pobre imagen y muchas dificultades. Hay que barrer la casa", a?adi¨® Glance, especialista en los 100.
En principio, la federaci¨®n iba a someter semanalmente a controles antidroga a 14 atletas designados al azar y clasificados entre los 15 primeros en cada prueba. A las cinco semanas de iniciarse, se descubri¨® que no hab¨ªa suficiente personal adiestrado para llevarlos a cabo y se decidi¨® excusar de ellos a los atletas que viv¨ªan a m¨¢s de 120 kil¨®metros de] centro donde se realizaran. En cuesti¨®n de d¨ªas se eximi¨® a dos de cada tres. La alternativa fue someterlos a otros sin previo aviso durante 13 semanas al a?o. Pero este nuevo programa tampoco se llev¨® a cabo como estaba previsto. Moses, Glance-y los dem¨¢s no se enteraron del cambio m¨¢s que por la Prensa, la causa de sus dimisiones. "No existe credibilidad en la federaci¨®n", dijo Moses; "no podemos confiar en nadie".
Pero Moses est¨¢ a¨²n de acuerdo en que es Injusto el caso de Marsh, cuatro veces ol¨ªmpico, que fue citado la ma?ana del 19 de diciembre por correo urgente a un control que ten¨ªa que efectuarse durante las siguientes 48 horas a 80 kil¨®metros de su domicilio. Pero no ley¨® la carta hasta esa noche, cuando lleg¨® a su casa para preparar un viaje de negocios al d¨ªa siguiente a Kansas City. Marsh pidi¨® una pr¨®rroga o someterse a ¨¦l en esta ciudad. La federaci¨®n no le respondi¨® a tiempo y le sancion¨® por dos a?os. Marsh, un abogado de 36 a?os, insiste en ser absuelto: "Si no, iremos a los tribunales y lo anular¨¢n todo".
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